La resolución del Ministerio de Transporte argentino de establecer el cobro de un nuevo peaje en el tramo de la Hidrovía Paraguay-Paraná (HPP) que va desde Santa Fe al norte, hasta Confluencia, ha tenido rápida repercusión en el ámbito privado y político relacionado con el sector.
Se ha generado una preocupación por lo que implicaría una suba de costos y la posible pérdida de competitividad. Asimismo, la resolución no ha quedado exenta de suspicacias.
La decisión del Ministerio del 21 de setiembre de este año, y publicada el 30 de setiembre, habilita a la Administración General de Puertos (AGP) argentina, como concesionario de la vía troncal de la HPP, a efectivizar el cobro de este peaje establecido en US$ 1,47 por toneladas para el transporte internacional y en 1,47 pesos argentinos para el cabotaje argentino.
Según varios actores con los que conversó ComexLatam, el monto establecido para el cabotaje argentino (entre dos puertos de ese país) es irrisorio, porque se mantiene la cifra nominal pero en la depreciada moneda local.
En ese sentido, algunos empresarios de la región señalaron que ven con preocupación el hecho de que navegar de un puerto argentino a Asunción, por ejemplo, ya estaría generando el pago del peaje por concepto de tráfico internacional, lo que sumaría un costo para los viajes de los convoyes de barcazas.
Al respecto surgen varias interrogantes, pues los actores consultados aún no saben si se tendrá en cuenta que una barcaza puede navegar desde el norte llena y volver vacía.
“¿Se va a cobrar lo mismo los dos tramos?”, se preguntaron, pues según la decisión del Ministerio se estaría cobrando por el tonelaje bruto del convoy, no por lo que lleva.
“En ese caso -agregó un empresario- para el otro tramo del río, si un buque viene con lastre, paga por su capacidad de carga”.
En otro orden, también se cuestionó que todavía no se sabe cómo se va aplicar y si se va a incluir algún concepto en relación a la distancia.
Pero en términos básicos, algunos referentes del sector recordaron que si se brindara un servicio con el que se contribuyera a mejorar la seguridad de la navegación, entonces habría derecho de cobrar un peaje.
Agregaron que por el momento no hay certeza de que en el tramo Santa Fe-Confluencia haya trabajos de dragado que se puedan relacionar a la inclusión de este peaje, aunque sí reconocieron contraprestaciones en términos de balizamiento, ya que en esa zona hay muchas pérdidas de boyas y cambios de traza, pues que el río empieza a cambiar de forma naturalmente.
“En resumen -dijo un empresario de la región-, si la AGP está dando el servicio en toda la vía, desde Confluencia a Recalada, tiene derecho a cobrarlo; si no fuera así, es un abuso, porque prácticamente estás cobrando derecho de paso”.
Intriga y suspicacia
Algunas personas consultadas por ComexLatam fueron un paso más allá y se preguntaron qué es lo que determina el valor del peaje establecido.
En ese sentido, pusieron algunos números sobre la mesa y calcularon que con el tráfico existente, de 20 mil barcazas al año, con 600 toneladas de registro bruto promedio, y a las que se les cobraría de ida y vuelta, la recaudación llegaría a casi US$ 36 millones anuales.
Estas cifras generaron algunas suspicacias pues, según algunos empresarios, hay mucha similitud con el monto que en su momento se pagó por una extensión de contrato con la empresa dragadora.
De acuerdo con referentes del sector, el gobierno argentino asumió el compromiso de ampliar los trabajos de dragado por ocho años y pidió que la empresa se ocupara, además, del tramo Santa Fe a Confluencia.
Por esto último, según las fuentes, se había acordado el pago de US$ 3,125 millones mensuales (US$ 37,5 anuales), lo que prácticamente coincide con los US$ 36 millones de recaudación por el peaje.
Lo que se entiende es que la resolución del Ministerio de Transporte maneja números similares, sin que se haga referencia a la metodología utilizada para llegar al monto del nuevo peaje.
Independientemente de los números, los empresarios comparten que ven mucha desprolijidad de parte de las autoridades argentinas y que estas cosas generan dudas sobre su gestión.