Paraguay tiene dos frentes abiertos en torno a asuntos relacionados con la Hidrovía Paraguay-Paraná (HPP). Uno en tiempo presente y otro pensando en el futuro. El primero de carácter regional y el segundo con decisiones domésticas en ciernes.
El regional tiene que ver con la controversia y la larga discusión que se viene dando en torno al peaje implementado por Argentina en el río Paraná, al que el resto de los socios de la HPP se oponen. En el caso del doméstico, la idea de desarrollar un Plan Maestro para el tramo soberano del río Paraguay tendrá un nuevo paréntesis, pues el presidente electo, Santiago Peña, pidió postergar el tratamiento del mismo a nivel parlamentario para poder evaluarlo una vez que entre en funciones.
El común denominador entre ambos asuntos es que para Paraguay son temas de vital importancia, que determinarán la ecuación económica de su comercio exterior, ya que la vía navegable es uno de los factores más importantes de su economía.
Sabido es que Argentina instauró el cobro de un peaje en el tramo Santa Fe-Confluencia del río Paraná y que Paraguay se opone rotundamente al mismo. Su postura es apoyada por Uruguay, Bolivia y también Brasil, que una vez que se expresó en contra de la tarifa, Argentina se vio acorralada, aunque sin desistir al cobro de lo establecido.
El asunto tuvo tantas instancias de diálogos como de desencuentro, pues las posiciones están firmes de una y otra parte.
El último episodio se registró en la reunión de la Comisión del Acuerdo de la HPP, llevada a cabo en Buenos Aires con la intención de solucionar la diferencia o, al menos, acercarse.
Sin embargo, nada más lejos de lo esperado fue el resultado de la reunión. Es así que los países que se oponen al peaje dieron por concluida la instancia técnica y buscan pasar el asunto a la órbita del Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH) para intentar alguna otra medida que logre acercar a las partes.
Paraguay, Uruguay, Bolivia y Brasil aseguraron en la reunión que los argumentos presentados por Argentina siguen siendo insuficientes, pues nada de lo expuesto justifica la implementación de una tarifa de peaje.
En la instancia de la Comisión del Acuerdo celebrada el viernes 23 de junio, Paraguay sostuvo firmemente que la información otorgada por Argentina no demuestra que haya ninguna contraprestación y aseguró que el peaje solamente encarece la logística del comercio exterior de la región.
Argentina no estuvo de acuerdo con las manifestaciones de Paraguay y explicó que la delegación guaraní basaba todo su análisis en los trabajos de dragado, pero que la justificación para la aplicación del peaje tenía que ver con otros factores, como los sistemas AIS, los cambios de trazas y las boyas, entre otros servicios que deben brindarse.
El argumento de Argentina tomó por sorpresa a las demás delegaciones, ya que cuando se le solicitó documentación que avalara la razón de ser del peaje, Argentina solo mandó información sobre el dragado.
Paraguay preguntó por qué, entonces, Argentina no había incluido la información, pero obtuvo como respuesta simplemente que era debido a que no se lo habían pedido y que solo se había solicitado información sobre las tareas de dragado.
Según fuentes consultadas por ComexLatam, esta respuesta irritó a varios de los presentes, entre ellos el representante de Brasil, que elevó la voz y mostró su descontento.
El brasileño tomó las riendas de la reunión y expresó que si se estaba hablando del peaje, Argentina debió incluir toda información que fuera relevante y vinculante, por lo que su respuesta eran solo evasivas.
Con esto, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Brasil consideraron como agotada la instancia de discusión técnica, algo que Argentina sigue sin considerarlo.
Quienes se oponen al peaje solicitaron que el asunto se derive a la CIH, pero Argentina asegura que todavía quedan asuntos técnicos por discutir en el marco de la Comisión del Acuerdo.
Para algunos actores de la región, Argentina no va a aceptar la postura de sus socios y, más allá de que le asista, o no, la razón, lo que busca es estirar los tiempos y dejar que todo siga su curso, sin que haya decisiones definitivas.
Mientras tanto, el peaje sigue vigente y el malestar en la HPP y en la Comisión sigue instalado.
El plan maestro
Más allá de lo coyuntural, Paraguay está decidido a elevar la mira y pensar hacia adelante. Es así que desde hace tiempo tiene la intención de realizar un plan maestro para la navegabilidad del río Paraguay entre el río Apa y Asunción, donde se configura su tramo soberano del río.
Para ello, el 21 de marzo de este año los gobiernos de Paraguay y EEUU firmaron un memorándum de entendimiento, necesario para que el Cuerpo de Ingenieros del país norteamericano realice los estudios para facilitar la navegación y el transporte comercial fluvial, favorecer el desarrollo, modernizar y dar eficiencia a dichas operaciones en el río.
Este plan, además de asegurarle a Paraguay el acceso en condiciones competitivas a los mercados de ultramar, es un ejercicio de colaboración bilateral, intercambio de conocimientos y trabajo mancomunado entre instancias técnicas de ambos países, lo que dejará a Paraguay el conocimiento técnico, y la capacidad de aplicarlos, de la gestión de vías navegables.
Para ejecutar y pasar a la práctica dicho memorándum de entendimiento, el asunto debe ser tratado en el Parlamento paraguayo, algo que se viene dilatando por distintos motivos y todavía no ha sido puesto sobre la mesa.
En los últimos días de junio se supo que habrá otro compás de espera, pues el presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, solicitó una nueva postergación en el tratamiento de este asunto.
Según informó el diario paraguayo Última Hora, la idea del mandatario es tratarlo directamente él, una vez que entre en funciones.
“Yo recibí la versión del señor presidente electo de que él mismo iba a hablar personalmente con EEUU y que a partir de agosto iba a ver la factibilidad del proyecto”, dijo el presidente del Congreso, Óscar Salomón, según reseñó Última Hora
Reunión con Jan de Nul
Entre tanto, Peña recibió a la empresa dragadora Jan de Nul, la que transmitió su interés por llevar adelante la obra y el mantenimiento del dragado del río Paraguay en el tramo mencionado.
Según indicó el CEO de la compañía, Pieter Jan de Nul, los trabajos a los que hicieron referencia en la reunión garantizan la navegabilidad todo el año.
“Desde 1995 estamos a cargo del mantenimiento del río Paraná en Argentina y nos pusimos a disposición del presidente, para el dragado soberano del río Paraguay para tenerlo dragado y mantenido a un calado de 10 pies, permanentemente durante 25 años”, dijo el empresario en rueda de prensa.
Asimismo, sostuvo que el asunto “ahora está en manos del próximo gobierno”, que deberá decidir si se licita y se abre “el juego a las empresas nacionales e internacionales”.
Jan de Nul explicó que Peña “tiene un interés fuerte en materia logística” y que la idea es utilizar la herramienta de Alianza Público Privada.