El secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), el uruguayo Sergio Abreu, apuntó a la relevancia de la Hidrovía Paraguay-Paraná (HPP) en el crecimiento del comercio de la región y dijo que la falta de voluntad política es el principal obstáculo para el desarrollo de la vía navegable que abarca a cinco países (Bolivia, Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay).
Abreu fue moderador de uno de los paneles que se desarrollaron en el seminario de alto nivel del Mercosur que trató el futuro del bloque y la “Agenda para una integración posible”.
Tras su participación, ComexLatam habló con el uruguayo, quien destacó algunos puntos de su intervención.
En relación a la HPP explicó que en el continente hay “dos planteos geopolíticos” y que la hidrovía compite con la idea que pretende desarrollar Brasil de los corredores bioceánicos, con el foco en “ver cómo puede proyectarse hacia el Pacífico”, algo que considera que “está bien porque tiene que pensar en el transporte multimodal”.
En tanto, Abreu defendió el desarrolló de la HPP, aunque fue crítico en los tiempos que lleva sin avances importantes.
Comparó la lentitud del proceso de la HPP con lo que está sucediendo en Perú con el proyectado puerto de Chancay.
“El puerto de Chancay se inaugurará en diciembre tras una inversión de más de US$ 2.000 millones. Es el puerto más moderno e importante que va a tener América Latina, cuyo propietario mayoritario es la naviera china Cosco Shipping, de manera que está todo armado en un sistema chino de transporte marítimo vinculado con los puertos. En la HPP todavía se está por definir los peajes unilaterales, la navegación y todo lo demás”, dijo el principal de Aladi.
Asimismo, sostuvo que no se tiene en cuenta la asimetría económica de los países, sobre todo pensando en Paraguay y Bolivia, que no tienen salida al mar.
“Lo que hay que definir rápidamente es qué se le dé cuerpo normativo a los peajes para que se deje de tener peajes unilaterales y podamos definir la HPP. Eso es un tema que está pendiente, como la solución para los problemas de la falta de agua (en algunas épocas del año)”, dijo Abreu.
De todas maneras insistió en que “si la región quiere ser competitiva y quiere sacar la producción por el lugar más barato, el transporte fluvial no tiene comparación con los demás modos de transporte.
“Está muy bien que se hagan todos los corredores de exportación que se quieran hacer, pero acá hay otro eje, que es la HPP, que es lo que tiene que terminar lo antes posible. Y la voluntad política es el principal obstáculo para terminar estas cosas. Estamos trabajando entre la ficción y la realidad, que es estar en el continente más desigual del planeta, con apenas un comercio intra Aladi del 11%, el más bajo comparado con Europa y Asia”, recalcó.
En otro orden, se refirió a los puertos “modernos, verdes y digitales” y a la voluntad política de “administrar la tortuga burocrática con la liebre digital”.
Recordó entonces que la directora general de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, dijo que “las cosas hay que hacerlas”, que se “agilice este tema y que no quede en manos de la voluntad política comprometida y de los intereses corporativos que se imponen”.
Mercosur
Abreu también se refirió a los problemas del Mercosur como unión aduanera y dijo que en un proceso de integración “lo primero es el Arancel Externo Común (AEC) y después la coordinación de políticas macroeconómicas”.
Sostuvo además que se trata de “un proceso que se firmó, pero que el AEC de hoy día es el doble del promedio global, que además está perforado y que se paga dos o tres veces porque no se hace solo en el ingreso a la región”.
Para el secretario general de la Aladi, el Mercosur debe “sincerarse para darle la máxima libertad al comercio” porque, de lo contrario “va camino a la irrelevancia”.
Asimismo hizo hincapié en la facilitación del transporte, destacando la necesidad de “agilizar las ventanillas únicas de frontera, los certificados digitales y todo lo que sea de carácter digital para evitar que los camiones, o cualquier medio de transporte, demoren tres o cuatro días para pasar de un lado al otro”.