La ralentización económica que atraviesa la Unión Europea (UE) está comenzando a afectar a las exportaciones españolas, que aunque siguen en niveles altos, han empezado a mostrar signos de caída.
Según informó el diario español La Vanguardia, en el segundo trimestre, la UE creció un 0,3%, la mitad de lo que lo hizo en el primer trimestre, con Alemania siendo uno de los motores más debilitados.
Este contexto ha comenzado a pasar factura a las exportaciones españolas, que dependen en gran medida de los mercados comunitarios.
A pesar del entorno adverso, las exportaciones españolas lograron un valor de €32.968 millones en junio, el segundo mejor registro histórico para este mes.
Además, el déficit comercial se redujo el 70% hasta situarse en €712 millones.
Si se excluyen las importaciones energéticas, España habría tenido un superávit comercial de €958 millones en junio, lo que destaca la resistencia del sector exterior en un contexto internacional complicado.
No obstante, las ventas a los principales socios europeos han tenido descensos significativos en mercados clave como Alemania (-8,3%), Francia (-6,9%) e Italia (-6,1%).
A pesar de estos retrocesos, las exportaciones a países fuera de la UE, como Estados Unidos, China y Japón, han registrado un crecimiento notable, lo que evidencia una diversificación en los destinos de las exportaciones españolas.
Finalmente, el sector industrial en España también enfrenta dificultades, con una caída en la facturación del 5% en junio, acumulando dos meses consecutivos en negativo.
Sectores como la industria química, la automoción y los bienes de equipo han experimentado retrocesos en sus exportaciones en el primer semestre, lo que ha afectado especialmente a Cataluña.
A pesar de ello, España ha duplicado su superávit comercial con la UE, alcanzando los €4.037 millones en junio.