El acuerdo de libre comercio firmado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) abrió posibilidades para distintas mercaderías del continente sudamericano y la carne bovina aparece como una de las favorecidas.
Según se informó luego de firmado el acuerdo en Montevideo, el acceso de la carne bovina del Mercosur al mercado europeo mejorará mediante dos mecanismos claves. Uno es la eliminación del arancel de la llamada cuota Hilton, que actualmente tiene un arancel del 20%, pero que ahora, la eliminación beneficiará a los países del bloque de manera desigual, dado que cada uno tiene contingentes distintos.
Se estima que Uruguay ahorrará aproximadamente US$ 14 millones, mientras que el beneficio total para el bloque podría alcanzar los US$ 100 millones, siendo Argentina el principal beneficiario.
Otro de los mecanismos es la creación de una nueva cuota, que permitirá el ingreso de 99 mil toneladas de carne bovina con un arancel intracuota del 7,5%.
Además, el 55% del volumen debe ser enviado enfriado y el 45% congelado. Esta cuota no impone restricciones sobre la alimentación del ganado, lo que representa una ventaja significativa para los exportadores.
Con la finalización de las negociaciones, el siguiente paso es la revisión legal del acuerdo y su traducción a los idiomas oficiales de la UE.
La propuesta será enviada al Consejo de la UE, donde debe obtener la aprobación de al menos el 55% de los Estados miembros, representando el 65% de la población total del bloque.
Francia ha expresado su oposición al acuerdo y busca formar una minoría de bloqueo, mientras que Alemania y España se han manifestado a favor. Italia, con el 13% de la población de la UE, jugará un papel crucial en la decisión final.
Si el Consejo aprueba el acuerdo, este será enviado al Parlamento Europeo para su evaluación y votación. Una vez superados todos los trámites, el acuerdo será firmado y deberá cumplir con los requisitos normativos internos de cada país del Mercosur para entrar en vigor.
La conclusión de este acuerdo comercial representa una oportunidad significativa para los países del Mercosur, especialmente en el sector de la carne bovina, aunque también plantea desafíos en cuanto al cumplimiento de normativas y la competencia en un mercado altamente regulado.