El broker marítimo BRS ha actualizado sus estimaciones sobre el crecimiento de la denominada flota gris, un grupo de petroleros sospechosos de transportar crudo y productos refinados vinculados a países sancionados como Irán, Venezuela, Siria, Corea del Norte o Rusia.
A pesar de una desaceleración en el ritmo de crecimiento, esta flota sigue expandiéndose a un promedio de 10 buques por mes y alcanza ya los 850 buques, lo que representa el 9,1% de la flota mundial de petroleros, según informó el portal Splash247.
Dentro del segmento de buques de más de 34 mil toneladas de peso muerto (TPM), el total asciende a 764 embarcaciones, lo que equivale al 13,8% de la flota global de este tipo.
Uno de los problemas más destacados por BRS es la falta de desmantelamiento de estos petroleros, que continúan operando incluso con antigüedades superiores a 50 años.
En lo que va del año, solo se han desguazado cuatro petroleros de aguas profundas, lo que, de mantenerse la tendencia, convertirá a 2024 en el año con menos desguaces desde al menos 1990.
Según BRS, los desguazadores del subcontinente indio prefieren no adquirir petroleros pertenecientes a la flota gris, debido a la incertidumbre que rodea su operación y procedencia.
BRS advierte que esta situación incrementa los riesgos asociados a la flota gris, tanto en términos medioambientales como de seguridad marítima. La reciente serie de accidentes que involucró a dos petroleros rusos de más de 50 años en el estrecho de Kerch, provocando derrames importantes, es un ejemplo de los peligros latentes.
“Cualquier regulación torpe de la flota gris podría ser un factor positivo para los mercados de petroleros durante el próximo año”, afirmó BRS, señalando que incidentes de contaminación graves o situaciones humanitarias como el abandono de buques podrían provocar una mayor represión sobre este segmento.