Luego de un 2023 marcado por un desvío de consumo hacia Argentina que alcanzó los US$ 500 millones, equivalente a casi la mitad del crecimiento del consumo registrado en el país, los comerciantes uruguayos comenzaban a ver una recuperación. Sin embargo, dos factores económicos recientes vuelven a generar preocupación: la histórica depreciación del real en Brasil y el repunte del dólar blue en Argentina.
De acuerdo con información publicada por el diario argentino Ámbito, en 2023 la situación fue crítica en los departamentos uruguayos fronterizos con Argentina, donde numerosos comercios cerraron y el desempleo aumentó considerablemente. Este impacto también se reflejó a nivel nacional, con una caída en la recaudación del IVA, que afectó los ingresos de la Dirección General Impositiva (DGI).
Aunque este año el desvío de fondos hacia Argentina se redujo gracias al encarecimiento en dólares del país vecino y la casi unificación de sus tipos de cambio, un nuevo frente adverso ha surgido con la depreciación del real brasileño.
El dólar alcanzó valores históricos superiores a los 6 reales, lo que ha reactivado el flujo de consumidores uruguayos hacia el lado brasileño de la frontera.
Según el Observatorio Económico de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), los productos en Uruguay son un 71% más caros en comparación con Brasil, según el índice de precios fronterizos que mide diferencias entre Artigas y Quaraí.
Este desequilibrio no solo ha llenado los supermercados brasileños de compradores uruguayos, sino que también ha encendido alarmas en el sector turístico, temeroso de que la recuperación del turismo interno pierda fuerza.
Simultáneamente, en Argentina, el dólar blue experimentó un notable aumento en su cotización, alcanzando los 1.555 pesos argentinos antes de estabilizarse levemente. Este repunte, impulsado por factores estacionales como el pago de aguinaldos y las festividades, coincide con un momento clave de movilidad turística en Uruguay debido al inicio del verano. Además, la reciente decisión del Banco Central de la República Argentina de bajar la tasa de política monetaria del 35% al 32% también ha influido en la volatilidad cambiaria.
En conjunto, estos desafíos económicos complican aún más la recuperación de los comerciantes uruguayos, quienes enfrentan un panorama marcado por la competencia de precios fronterizos y la incertidumbre económica regional.