Panamá comenzó oficialmente la construcción de la terminal marina multiusos de Puerto Barú, una obra clave en la provincia de Chiriquí. Este ambicioso proyecto -que cuenta con una inversión inicial de US$ 250 millones- busca posicionar a la región como un importante centro logístico y portuario, además de impulsar el turismo y la agroindustria.
El administrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Luis Roquebert, resaltó la relevancia de esta iniciativa para el desarrollo regional.
“Este puerto será un catalizador económico para Chiriquí, reforzando sectores estratégicos como la agroindustria, el turismo y la conectividad marítima. Es una apuesta por el futuro de nuestra economía”, afirmó.
Doble impacto
Según informó el medio Panamá 24 horas, la construcción de la terminal generará más de 1,200 empleos directos y otros 600 indirectos durante su desarrollo, beneficiando a miles de familias en la región.
En su etapa operativa, se estima que creará 900 puestos de trabajo adicionales, consolidando a Chiriquí como un eje clave en el comercio y la logística nacional.
El gerente general de Puerto Barú, Ismael González, destacó que este proyecto ha sido el resultado de años de planificación.
“Se transformará en una ciudad portuaria de clase mundial gracias a su ubicación estratégica, cerca de la Panamericana, el Aeropuerto Enrique Malek y la frontera con Costa Rica. Esta terminal cambiará el panorama de la región”, afirmó.
Puerto verde
Puerto Barú se distinguirá como el primer puerto verde del país, cumpliendo con estrictos estándares internacionales de sostenibilidad.
En ese sentido, González agregó que “este compromiso posicionará al puerto como un referente en desarrollo ambientalmente responsable”.
La terminal marina combinará elementos de turismo sostenible, logística avanzada y agroindustria como pilares fundamentales de su diseño. Según Roquebert, el proyecto forma parte de la estrategia de la AMP para consolidar el liderazgo de Panamá en los sectores marítimos y logísticos a nivel global.
Con Puerto Barú, Chiriquí se perfila como un epicentro de desarrollo económico, conectividad internacional y sostenibilidad, marcando el inicio de una nueva etapa en su historia.