La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, anunció que el nuevo esquema que establece el margen de seguridad para la navegación mantendrá los 2 pies bajo quilla en todo el rango de profundidades, lo que evita el incremento proporcional que regía hasta ahora.
En la práctica, lo que se permitirá es que un dragado de 39 pies asegure un calado navegable de 37 pies, optimizando la capacidad de carga de los buques.
La postura de la secretaria de Estado coincide con el pedido de modificación de la norma que impulsaron varios actores, entre ellos la Bolsa de Comercio de Rosario.
Asimismo, el anuncio tiene que ver con la decisión de la Prefectura Naval Argentina que, en su Resolución 296/25, restituye el margen histórico de seguridad bajo quilla a 2 pies en la hidrovía, medida que revierte un incremento impuesto en 2018.
La nueva situación permitirá a los buques aumentar su capacidad de carga y, en consecuencia, reducir los costos del transporte fluvial en hasta un 7%.
Hasta ahora, la Resolución 4/2018 de Prefectura establecía que los primeros 34 pies de calado navegable debían contar con 2 pies de margen de seguridad bajo quilla, lo que implicaba que el canal debía dragarse a 36 pies para alcanzar esa profundidad operativa.
Sin embargo, a partir de los 34 pies, el margen de seguridad aumentaba progresivamente hasta alcanzar un 10% del calado en buques de mayor porte.
Esto significaba que, incluso si el dragado alcanzaba los 39 pies -como se planteaba en el fallido pliego de la licitación de la Vía Navegable Troncal- el calado navegable efectivo no llegaría ni a 36 pies, limitando la capacidad operativa de los barcos.
El cambio es considerado una mejora sustancial para los puertos y el comercio exterior. “Este cambio significa un aumento de hasta el 7% en los niveles de carga, lo que se traduce en más exportaciones, más trabajo y más desarrollo”, destacó la ministra Bullrich en la red social X.
Sin embargo, no todos en el sector están convencidos. Algunos temen que reducir los márgenes de seguridad incremente el riesgo de varaduras, lo que podría beneficiar a las empresas de salvamento y generar un eventual aumento en las primas de seguros.
Por el contrario, quienes respaldan la medida argumentan que cuenta con el visto bueno de la Cámara de Actividades de Practicaje y Pilotaje y de la Asociación Internacional de Infraestructuras del Transporte Acuático, lo que respalda su implementación desde un punto de vista técnico y operativo.
El nuevo esquema supone una mejora significativa en la logística fluvial del país, eliminando trabas burocráticas y potenciando la competitividad del transporte por la hidrovía.