El crecimiento, frenado por la pandemia de Covid-19, la gestión de la crisis sanitaria, más la importancia de la política forestal y de infraestructura vial fueron los pilares del discurso del presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, al presentar su segundo informe de gestión ante el Congreso Nacional este 1º de julio, tal como lo marca la Constitución del país.
La presentación, que tuvo la particularidad de haber sido a través de una videoconferencia, también sorprendió por la ausencia de los asuntos relacionados al sector fluvioportuario, uno de los grandes eslabones para hacer funcionar el motor de la economía paraguaya.
Abdo empezó destacando el proceso de crecimiento mantenido por Paraguay desde junio de 2019 en el cual, según el presidente, la economía nacional comenzó un periodo de expansión y que fue interrumpido en marzo de 2020 por la pandemia de Covid-19. En ese sentido, subrayó que el comienzo del año había mostrado buenos números.
“En los dos primeros meses de 2020 nuestra economía experimentó un crecimiento de alrededor del 5,7%” y las posibilidades de que tengamos un año de expansión económica eran altas”, dijo el mandatario.
Tras esa puntualización, Abdo se detuvo en las acciones tomadas por el gobierno para evitar un mal mayor debido a la pandemia.
Se refirió a las decisiones tomadas sobre la cuarentena estricta, la creación de hospitales en tiempo récord y a la cobertura de las necesidades ciudadanas.
En este sentido, habló de los financiamientos y de la forma de usar el dinero que implementó el gobierno.
Infraestructura y campo
Dos actividades que prácticamente no se detuvieron en tiempos de crisis sanitaria fueron las obras de infraestructura y el campo.
Según señaló Abdo, Paraguay venía desarrollando fuertemente obras de infraestructura, que no pararon en tiempo de la pandemia. Varias de ellas –consignó- están en pleno funcionamiento y las inversiones se están desarrollando, incluso algunas que tenían años de atraso.
“En menos de dos años estamos construyendo un Paraguay más conectado”, agregó al respecto.
Dentro de las obras enumeradas por el presidente estuvo la extensión de la ruta 2 y un tema al que Paraguay le está prestando especial atención, el corredio bioceánico vial.
“Estamos duplicando la ruta 2; son 170 kilómetros que van desde el departamento central hasta Caaguazú, una obra que llega 80 años después de la construcción de la ruta original para conectar los puentes con Brasil a la frontera con Argentina”, dijo el mandatario, quien reveló que son 800 los puestos de trabajo generados y alrededor de 560 los millones de dólares de inversión.
En cuanto al corredor bioceánico, Abdo dijo que en el norte del país se inició el programa para la construcción del puente sobre el río Paraguay, que unirá Carmelo Peralta con Puerto Murtinho y que conectará con la ruta bioceánica, una de las vías en desarrollo más importantes para el país. “Hoy tenemos 64 kilómetros concluidos y en los próximos días entregaremos 28 kilómetros más”, añadió.
En relación a esta ruta, sostuvo que su construcción genera mil puestos de trabajo y tiene una inversión de US$ 443 millones.
Cabe destacar que el corredor bioceánico se conectara al centro del país con otra obra catalogada de “emblemática” por Abdo: la duplicación de la ruta Transchaco, iniciativa que genera 3.000 puestos de trabajo directos, incluyendo oportunidades para las comunidades indígenas, de acuerdo con los datos oficiales.
Según algunos actores del comercio exterior guaraní, consultados por ComexLatam, es claro que la prioridad del gobierno es el desarrollo de infraestructura carretera y de la integración a través del corredor bioceánico.
Sin embargo, no pasó desapercibida la falta de referencias a las infraestructuras relacionadas a la navegación y a las dificultades que atraviesa Paraguay cada vez que hay déficit hídrico en los ríos Paraguay y Paraná.
De esto no hubo mención alguna, ni de los problemas del presente ni las posibles soluciones del futuro, pese a que gran parte de la economía paraguaya depende de la Hidrovía Paraguay-Paraná. No en vano es la tercera flota mundial de barcazas y los exportadores buscan constantes soluciones para hallar la salida al mar mediante la navegación fluvial.
El campo y su producción.
El mandatario también destacó que el campo siguió produciendo y que ha tenido buenos resultados. Recordó en ese sentido los incrementos de 2 millones de toneladas de soja con respecto a la zafra anterior, de 160 mil toneladas de maíz y de los rubros de la agricultura familiar: 4.000 toneladas más de poroto que año pasado y las 13.300 toneladas de sésamo, 55% más que la zafra anterior.
Por otra parte, Abdo se detuvo en el primer trimestre de 2020, en el que se registró un récord histórico de exportación de carne bovina y un aumento de las exportaciones de rubros no tradicionales, como embriones (a Ecuador) y ovinos en pie (a Argentina).
En cuanto a la apertura de mercados, el presidente consignó la inserción en el mundo de la carne paraguaya y los importantes pasos dados para la apertura de los mercados de EEUU y Japón.
Forestación
La forestación también aparece en el horizonte del gobierno paraguayo y por ello se han promovido proyectos de inversión que fomentan el desarrollo forestal sostenido. En ese sentido, Abdo destacó la creación de una “nueva línea de crédito para reforestación, a una tasa accesible, ajustada al sector forestal”. Esta línea de crédito tiene hasta 66 meses de plazo, sin pago de intereses.
Asimismo, se ha impulsado el proyecto de ley para la apertura del mercado internacional para la exportación de eucaliptus, impactando de esta manera en el crecimiento de las áreas con aptitud forestal del país, generando desarrollo económico, social y ambiental.
Proyección optimista
El mandatario cerró su presentación con aires de optimismo y así proyectó el escenario post pandemia.
“Gracias a nuestros sólidos cimientos macroeconómicos, a inicio del año 2020 los mercados internacionales reconocían la buena marcha de la economía paraguaya y su proyección futura. Este año, cuando realizamos la reapertura del bono 2050, logramos colocar US$ 450 millones a una tasa de 4,45%, que están siendo invertidos en beneficio de la gente. Este activo le ha permitido al país anticiparse y conseguir el financiamiento necesario para la ley de emergencia, tanto como con los organismos multilaterales, como en el mercado internacional”, sentenció.
En ese sentido, agregó: “Hay indicadores que muestran que podremos salir adelante y recuperarnos; incluso antes que varios países de la región. De hecho se espera que nuestro país sea el de menor caída en la región en este 2020 (aproximadamente el 5% según el Fondo Monetario Internacional) y el de mayor recuperación en 2021, con los cual los efectos de la pandemia se verán mitigados”.