Aplicando una medida planeada pero no aprobada, Argentina comenzó a denunciar a los remolcadores extranjeros que entran a puertos locales por entenderlos maniobras de cabotaje.
El pasado 29 de julio, ComexLatam informó que las autoridades de ese país analizaban firmar un decreto por el cual los convoyes de barcazas que lleguen a sus puertos deberán ser ingresados por buques de bandera nacional, lo que implica que aquellas formaciones que lleguen por la Hidrovía Paraguay-Paraná (HPP) impulsadas por remolcadores de otra nacionalidad (en su mayoría paraguaya), deberán quedar en los amarraderos y desde allí ser maniobrados por remolcadores/empujadores de bandera argentina.
Para llevar adelante esa medida, lo que se planteó fue la derogación de la resolución 05/2003, que a través de ella se permite que los convoyes de bandera extranjera que llegan al punto de amarradero del puerto de destino sigan operando la carga hasta llegar a la terminal.
Antes de dicha resolución el movimiento debía ser hecho por remolcadores argentinos, ya que esa acción era considerada cabotaje nacional.
Lo que se busca ahora es volver a esa forma de operativa y, justamente, las denuncias a los remolcadores extranjeros que han entrado a puerto son por considerar esa maniobra como cabotaje.
La polémica no tardó en instalarse, en especial en Paraguay, y previo a la reunión del 30 de agosto del Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH) en Santa Cruz de la Sierra, donde se tratará, entre otros puntos, el peaje implementado por Argentina en el tramo Santa Fe-Confluencia de la HPP.
Según fuentes consultadas por ComexLatam, las denuncias no deberían prosperar hasta tanto no se apruebe la derogación de la disposición mencionada, pero la información que surgió esta mañana de parte de algunas empresas de remolcadores indicaban que las denuncias ya estaban tomando su curso.
La preocupación está en cómo seguirán los asuntos con Argentina, ya que algunos actores estiman que Argentina no va a presentarse a la reunión del CIH.