Las exportaciones de Japón crecieron por cuarto mes consecutivo en enero, impulsadas principalmente por el aumento en los envíos de automóviles a Estados Unidos. Sin embargo, la posibilidad de que el presidente estadounidense, Donald Trump, imponga aranceles del 25% sobre los vehículos importados ha generado preocupación en el sector automotriz japonés, lo que podría afectar significativamente la economía del país asiático.
Según informó la agencia Reuters, el informe comercial positivo se suma a los datos del Producto Interno Bruto (PIB) publicados previamente, que indicaron un crecimiento económico más acelerado de lo esperado en el último trimestre de 2023.
Estos datos respaldan la postura del Banco de Japón de continuar con el ajuste de las tasas de interés. No obstante, la amenaza de los aranceles de Estados Unidos podría revertir esta tendencia positiva.
El presidente Trump anunció su intención de aplicar los nuevos aranceles a partir del 2 de abril, lo que ha generado preocupación en Tokio.
“El gobierno ha planteado la cuestión de los aranceles a los automóviles con Estados Unidos basándose en la importancia de la industria automovilística japonesa”, declaró el secretario jefe del gabinete de Japón, Yoshimasa Hayashi.
Estados Unidos es el principal mercado para las exportaciones niponas, representando aproximadamente 21 billones de yenes (US$ 138.000 millones) en bienes, de los cuales el 28% corresponde a automóviles.
“Dado que los automóviles constituyen la mayor parte de las exportaciones de Japón, los aranceles tendrán un impacto significativo”, explicó un economista del Instituto de Investigación Daiwa, Koki Akimoto.
Los analistas señalan que fabricantes como Toyota y Honda podrían verse obligados a reorganizar su producción global en respuesta a los nuevos aranceles. Actualmente, la tasa arancelaria en Estados Unidos para automóviles de pasajeros es del 2,5%, mientras que las camionetas pickup importadas enfrentan un 25% de arancel.
El economista ejecutivo del Nomura Research Institute, Takahide Kiuchi, estimó que un arancel del 25% sobre automóviles y autopartes podría reducir el PIB de Japón en hasta el 0,2% en dos años. Además, el posible establecimiento de aranceles recíprocos podría afectar el comercio entre ambos países.
En la reciente cumbre en la Casa Blanca, Trump presionó al primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, para abordar el superávit comercial de Japón, que asciende a US$ 68.500 millones.
En enero, las exportaciones japonesas crecieron 7,2% interanual, por debajo del 7,9% pronosticado por los analistas, pero superando el 2,8% registrado en diciembre.
Las exportaciones a Estados Unidos aumentaron 8,1%, impulsadas por las ventas de automóviles y la depreciación del yen.
Sin embargo, las exportaciones a China cayeron 6,2% debido a la menor demanda de equipos para la fabricación de chips.
Por otro lado, las importaciones japonesas crecieron 16,7%, superando ampliamente la previsión del 9,7%.
Como resultado, Japón registró un déficit comercial de 2,759 billones de yenes (US$ 18.200 millones), mayor al estimado por los economistas.
A medida que se acerca la fecha límite propuesta por Trump, el gobierno japonés y los fabricantes de automóviles seguirán de cerca las negociaciones para mitigar los posibles efectos adversos en la economía del país.