En un firme pronunciamiento oficial, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su apoyo a los estibadores estadounidenses en las negociaciones laborales entre la Asociación Internacional de Estibadores (ILA, por sus siglas en inglés) y la Alianza Marítima de la Costa Este (USMX), que representa a un grupo de transportistas, en su mayoría de propiedad extranjera.
El mandatario destacó que la negociación colectiva es el mejor camino para que los trabajadores obtengan el salario y los beneficios que merecen, señalando las contribuciones esenciales que los estibadores han realizado, especialmente durante la pandemia de Covid-19. Según Biden, los transportistas marítimos han obtenido ganancias récord desde entonces, en algunos casos aumentando sus beneficios en más del 800%, mientras que la remuneración de los ejecutivos y los dividendos a los accionistas también han crecido de manera significativa.
Biden instó a USMX a presentar una oferta justa que refleje las «invaluables contribuciones» de los trabajadores portuarios, quienes, en su opinión, arriesgaron su salud para mantener los puertos en funcionamiento durante la crisis sanitaria global. Asimismo, subrayó la importancia del papel que los estibadores jugarán en la recuperación de las comunidades afectadas por el huracán Helene, lo que refuerza la urgencia de un acuerdo equitativo.
El presidente también lanzó una advertencia a USMX, señalando que su administración estará atenta a cualquier actividad de aumento de precios que beneficie a las empresas marítimas extranjeras mientras se niegan a negociar un salario justo.
Esta postura marca un claro respaldo al sindicato de estibadores y coloca presión sobre los transportistas marítimos. La declaración de la Casa Blanca deja entrever que no se espera una intervención mediante la Ley Taft-Hartley, que regula las relaciones laborales en el país, a menos que las negociaciones lleguen a un punto crítico.
La falta de acuerdo en estas negociaciones podría llevar a una huelga portuaria prolongada, lo que tendría graves consecuencias para las cadenas de suministro y la economía estadounidense.