El transporte de granos a través de ríos en Brasil ha experimentado un notable aumento en los últimos 13 años, registrando un crecimiento del 782%, según publicó el Anuario de Agrologística 2024, difundido por la Empresa Nacional de Abastecimiento (Conab).
El estudio revela que el volumen de soja y maíz transportados por vías fluviales pasó de 3,4 millones de toneladas en 2010 a 30 millones de toneladas en 2023.
En 2010, el transporte fluvial representaba apenas el 8% del total de granos movilizados, mientras que en 2022 y 2023 esta participación creció al 23% y al 19%, respectivamente.
“Los envíos de maíz y soja a través de puertos del norte ahora representan aproximadamente un tercio del volumen exportado por el país. Este crecimiento es el resultado del desarrollo del sector, impulsado por la ley de puertos de 2013”, evaluó el superintendente de Logística Operacional de la Conab, Thomé Guth.
Asimismo, añadió que “es importante señalar que las inversiones en infraestructura no se reflejan de inmediato, llevan tiempo en hacerse notar”, añadió.
La ley de puertos de 2013 ha sido fundamental para este crecimiento, fomentando inversiones y solicitudes para nuevas instalaciones portuarias. Según Infra, las solicitudes de autorización para instalaciones portuarias privadas aumentaron de tres a 75 entre 2013 y 2014.
Desde 2015, estas solicitudes anuales han cuadruplicado en comparación con el período anterior a la nueva legislación. Actualmente, Brasil cuenta con 253 Terminales de Uso Privado (TUP) y 247 Terminales Públicas.
“El desarrollo logístico en el Río Amazonas ha reducido costos, mejorado los ingresos y, crucialmente, disminuido el tiempo de tránsito de los camiones, lo que reduce la emisión de gases contaminantes”, destacó el director del Departamento de Análisis Económico y Políticas Públicas del Ministerio de Agricultura y Ganadería, Silvio Farnese.
A pesar de este crecimiento significativo, el sector de vías navegables aún enfrenta desafíos para alcanzar su máximo potencial. Guth subraya la necesidad de invertir en la mejora de las vías navegables y en la construcción de terminales de transbordo para fomentar la intermodalidad en el país.
“Aunque ha aumentado la participación del transporte fluvial en el movimiento de cereales, todavía hay desafíos por superar”, reflexionó.
La integración con otros modos de transporte, como ferrocarriles y carreteras, también es esencial para aumentar la competitividad de los granos brasileños en el mercado internacional.
“El ferrocarril Norte-Sur, por ejemplo, ofrece a los productores nuevas opciones logísticas, abriendo un corredor que mejora la competitividad en la exportación, ya sea a través de la costa del sudeste o del norte del país”, explicó Guth.