El avance de los coches eléctricos en los mercados de automóviles del mundo no es ajeno a la región y tanto Brasil como China apuntan a dominar el sector.
El gigante sudamericano desarrolló una paciente estrategia para acompañar las tendencias y fomentar el consumo de vehículos eléctricos o híbridos y contribuir con la reducción de emisiones de carbono.
Primero estableció una exención arancelaria para favorecer la irrupción de estos vehículos en la plaza local a través de la importación y luego comenzó a disminuir los beneficios para impulsar la fabricación nacional ante la demanda generada y la infraestructura instalada.
En ese sentido, ambas etapas han sido aprovechadas por China, que mira el mercado sudamericano como un potencial de desarrollo.
En ese sentido, según la prensa internacional, Brasil comenzó con quita de aranceles en 2015, lo que dejó campo fértil para el crecimiento gradual de las importaciones, que tuvieron un salto importante el año pasado.
Según Infobae, las adquisiciones de Brasil en ese rubro “fueron creciendo gradualmente hasta registrar una fuerte aceleración en 2023, período en el cual concretó compras por US$ 2.400 millones, 179% más que en 2022”.
Asimismo, agrega que en los primeros seis meses de este año, las importaciones registraron US$ 3.500 millones, 43% más que el mismo período de 2022.
En cuanto a la estrategia un estudio del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de Argentina asegura que “en primer lugar, a fin de 2023 (aunque ya había indicios previos) el gobierno decidió eliminar gradualmente la exención arancelaria a los autos eléctricos e híbridos para beneficiar a la fabricación local” y que “desde enero 2024 pagan entre 10% y 12% de arancel, con un cronograma de subas hasta llegar al 35% en 2026”.
En tanto, la participación de China ha sido creciente y ha sido artífice fundamental para que la planificación de Brasil dé buenos resultados.
En ese sentido, se explica que nueve de los 10 modelos más vendidos en Brasil son de origen chino y uno de fabricación local.
De esta manera, Brasil es el principal mercado de exportación para China, que ocupa el 75% de los vehículos eléctricos importados por Brasil.
La segunda parte de la estrategia es la reducción en la quita de aranceles, por lo que encarece las importaciones. Con esto se apunta al crecimiento de la industria local y ante ello “las principales automotrices reaccionaron de manera positiva a esta iniciativa anunciando planes de producción”, explica Infobae.
BYD, que compró la planta de Ford con capacidad de fabricación de 150 mil vehículos por año, es la principal marca, pero también Toyota, General Motors, Stellantis, Volkswagen y Great Wall Motors, anunciaron su intención de invertir en los próximos años.