La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) emitió un comunicado para aclarar algunos puntos relacionados con el reglamento 1.115 de la Unión Europea acerca de las exigencias de su normativa.
Este reglamento generó polémica entre varios actores de Paraguay en el marco de la negociación del viejo continente con el Mercosur.
En ese sentido, Cappro, que representa a las industrias aceiteras paraguayas, asegura que el reglamento mencionado tiene “como sujeto a los operadores (importadores) de los 27 países que forman parte de la UE que introduzcan y/o comercialicen en el mercado de la UE productos que contengan o se hayan alimentado o se hayan elaborado utilizando ciertas materias primas y sus derivados, desde cualquier país”. Al respecto, aclara que, “por lo tanto, es de afectación universal y no está dirigido contra un país determinado ni un bloque en particular”, como puede ser, Paraguay el Mercosur.
El comunicado describe las condiciones y los requisitos que establece la normativa europea, pero asegura que Paraguay “cumple con la mayoría de estos requisitos, en particular respecto al primer requisito sobre libre de deforestación posterior al año 2020, que es el más importante y se requiere demostrar con mayor urgencia, ya que, según el monitoreo realizado por el Instituto Forestal Nacional (Infona), el 94,5% de la soja sembrada en la Región Oriental es libre de deforestación desde la vigencia de la ley de deforestación cero (o sea antes de diciembre de 2004)”.
En otro orden, y con respecto a la normativa en general, Cappro explica que esta “no atenta contra la soberanía paraguaya” e indica que son las mismas condiciones que se aplican a los competidores del país y del Mercosur en el ámbito internacional.
Asimismo, agrega que si Paraguay rechaza o incumple la normativa, “el efecto previsible será la pérdida de un mercado de referencia de alta calidad y buenos precios para productos (soja y derivados) que en los últimos años generaron (a excepción de 2022 a causa de la sequía) entre el 35% y el 41% de todas las divisas generadas por las exportaciones registradas de Paraguay en el año”.
En un análisis cuantitativo, Cappro indica que son US$ 3.600 millones en ventas
directas e indirectas a la UE, tomando en cuenta el registro de Paraguay en 2023.
“Si nos referimos a la cadena de la soja de Paraguay, la UE no solo es importante
en términos de volumen, sino que, además es uno de los mercados más confiables y de referencia que abre puertas de otros mercados, con mejor precio”, expresa el comunicado.
En otro punto, agrega que “se abren nuevos mercados de la noche a la mañana”, sino que “es un largo proceso de negociaciones que requieren de tiempo” y que, “si se cierra el mercado de la UE, buscar otros mercados llevará tiempo y afectará” los ingresos y aumentará las “dificultades para colocar soja y subproductos de origen paraguayo”.
Tras el análisis de la situación, la Cámara que está participando de las reuniones con el Ministerio de Industria y Comercio en las que se trabaja sobre la “herramienta o propuesta del gobierno para dar respuesta a las nuevas exigencias del mercado europeo”.
En ese sentido, Cappro convoca a todos los actores relacionados con la cadena de la soja a “construir un sistema voluntario para demostrar el cumplimiento de las condiciones de los mercados de exportación, el apoyo al trabajo del gobierno con la contraparte europea para la aplicación gradual de la normativa y, paralelamente, la serena consideración entre todos los afectados de una posición que, defendiendo el interés nacional y la competitividad, vele por el desarrollo”.
Lea el comunicado completo de Cappro