En un movimiento que podría tener implicaciones significativas para el comercio internacional, el Ministerio de Comercio de China anunció el inicio de una investigación sobre las importaciones de carne vacuna, ante el desplome de los precios locales.
Según informó la agencia de noticias Reuters, la medida responde a una preocupación creciente por un exceso de oferta en el mercado chino que ha llevado los valores internos de la carne a mínimos históricos.
La pesquisa, promovida por productores e industriales locales, buscará determinar si el fuerte incremento en las importaciones registrado desde 2019 generó daños significativos a la producción doméstica. El proceso se centrará en la carne congelada y enfriada importada entre el 1 de enero de 2019 y el 30 de junio de 2024, según detalló el ministerio en un comunicado. La investigación podría extenderse hasta ocho meses, sin que durante este período se afecte el comercio normal.
De confirmarse medidas para restringir las importaciones, estas podrían repercutir en los principales proveedores de carne vacuna de China: Brasil, Argentina y Australia.
En ese sentido, cabe decir que en 2023, las importaciones chinas de carne vacuna fueron casi el 65% superiores a las de 2019, representando el 30,9% del mercado interno.
“El fuerte aumento en los volúmenes de importación durante el período ha dañado gravemente a la industria china”, destacó la Asociación de Ganadería de China en un informe.
Ante esta situación, el gobierno brasileño manifestó su intención de colaborar con las autoridades chinas para demostrar que sus exportaciones de carne vacuna son complementarias a la producción local y no representan una amenaza para la industria china.