Con el claro objetivo de copar el mercado europeo de vehículos eléctricos, China avanza hacia la consolidación de líder mundial exportador en el sector y encuentra en el transporte marítimo su principal aliado.
Los altos costos y el tiempo necesario para construir fábricas en Europa, han llevado a que los fabricantes chinos vean en el sector naviero la posibilidad de lograr su cometido y la solución es simple para ellos: crear una flota propia de buques especializados para acelerar las exportaciones.
Así lo indicó el portal español El Economista, y agrega que la compañía BYD, actualmente la marca de automóviles más vendida en China y líder mundial en vehículos eléctricos tras superar a Tesla, ha dado un paso decisivo.
En ese sentido, indicó que el buque BYD Explorer 1, ya inició su viaje inaugural hacia el viejo continente haciendo gala de su capacidad para 7.000 vehículos.
Este carguero, fabricado por China International Marine Containers Group (CIMC) y equipado con tecnología de gas natural licuado (GNL) para reducir emisiones, simboliza el avance chino en logística y sostenibilidad.
El diseño de este buque, de tipo ro-ro, permite cargar y descargar vehículos de manera rápida y eficiente, facilitando entregas masivas al mercado europeo.
Al respecto, el portal asegura que este esfuerzo forma parte de un ambicioso plan que incluye la construcción de múltiples buques por parte de BYD y otras empresas, asegurando que el transporte marítimo siga el ritmo de la creciente demanda global de vehículos eléctricos.
Liderazgo
En 2023 China se posicionó como el mayor exportador mundial de automóviles, superando a Japón y Alemania. Según estimaciones, el gigante asiático vendió 4,76 millones de vehículos al extranjero en los primeros 11 meses del año, con un aumento del 59,8% en volumen y 70,9% en valor.
Este liderazgo no solo refleja la competitividad de los automóviles chinos, sino también su capacidad para dominar mercados estratégicos gracias a una infraestructura industrial robusta y una logística eficiente.
Pero el dominio chino no se limita a la fabricación de vehículos eléctricos, sino que abarca sectores claves como la producción de baterías, litio, aluminio y grafito, indispensables para la transición energética global. Este control de recursos y tecnología coloca a occidente en una posición de dependencia frente al gigante asiático.
Además de liderar en el transporte marítimo de vehículos, China avanza en la construcción de buques revolucionarios. Un ejemplo destacado es el diseño de un portacontenedores impulsado por energía nuclear, que podrá transportar hasta 24 mil contenedores. Este proyecto, desarrollado por el astillero Jiangnan, subraya la ambición de China de dominar también los mares como eje clave de su estrategia global.
Con una flota marítima creciente y un ecosistema industrial en expansión, China reafirma su objetivo de liderar la transición hacia el vehículo eléctrico, mientras transforma el comercio mundial y redefine las reglas del juego en los océanos.