Dificultades con las zonas de amarre, sobrecostos como consecuencia de ello, descontento por la red de boyas, preocupación por las restricciones en el tamaño de los convoyes de barcazas y el pago de tasas en el depósito franco son las preocupaciones que planteó la flota paraguaya que llega por la Hidrovía Paraguay-Paraná (HPP) hasta el puerto de Nueva Palmira.
Así quedó plasmado en un encuentro que mantuvieron en Asunción los actores del transporte fluvial guaraní con autoridades de la Administración Nacional de Puertos (ANP) de Uruguay días atrás.
Algunos representantes del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) de Paraguay, entre ellos su presidente, Esteban Dos Santos, coincidieron en que el lugar destinado para fondear las barcazas está en una zona “complicada” y que, en condiciones de oleaje, hay que ir aguas arriba buscando resguardo. En esos casos, se deben contratar servicios de practicaje uruguayo, lo que adiciona costos “muy significativos”.
La disponibilidad de lugares para el amarre es motivo de alarma para los armadores, ya que prevén una creciente demanda, principalmente a partir del próximo año.
En ese sentido, reclamaron también solucionar la red de boyas de la ANP que, según expresaron, algunas no están habilitadas.
Asimismo, los armadores recordaron que ya pesa sobre sus espaldas las restricciones de navegación que existe en el tramo entre San Lorenzo y Nueva Palmira, debido a la normativa de dimensiones máximas emitida por la Prefectura argentina. Esto implica que los convoyes deben fraccionarse en San Lorenzo y llegar en dos tandas hasta Nueva Palmira, otro elemento que eleva los costos.
Desde Cafym, aseguran que la Comisión del Acuerdo de la HPP ha aprobado una ampliación, pero que aún no ha sido implementada.
En otro orden, los usuarios de Nueva Palmira plantearon dificultades por la intervención del depósito franco en la operativa.
Según pudo saber ComexLatam, en la reunión mantenida con las autoridades explicaron que en el puerto uruguayo es en el único que se pagan determinadas tasas, algo que no sucede en otros puertos graneleros argentinos de la HPP.
Respuestas inconclusas
Una vez escuchadas las voces paraguayas, las autoridades de Uruguay explicaron que varias de las soluciones que esperan están a estudio, aunque todavía no es posible tener respuestas concretas.
El gerente de operativa de la ANP, Mario Dandraya, dijo que existe una iniciativa privada para una zona de fondeo, pero aclaró que en este momento se encuentra en proceso y estimó que a fin de año ya puede estar en uso.
Sin embargo, el presidente del ente, Juan Curbelo, manifestó que “todavía no hay ninguna definición”, pero asumió el compromiso de contestar “formalmente” todos los planteos antes de fin de mes (agosto).
Según el jerarca, en esa respuesta, por escrito, se detallará lo que se está haciendo y el tiempo que va a llevar, así como cuáles son las acciones que va a llevar adelante la ANP.