Con los objetivos de firmar los acuerdos pendientes, de sincerarse sobre la intención de nuevos acuerdos y apostando “al Mercosur real, no al de papel”, Uruguay asumió este jueves la presidencia del Mercosur, con una postura integradora pero de apertura al mundo, según se desprendió del discurso del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou.
El país rioplatense, el más pequeño del bloque que integran Paraguay, Argentina y Brasil, recibió la responsabilidad por seis meses de parte de Paraguay, que sorteó un primer semestre atípico, en el que se implementó mucho trabajo virtual debido al cierre de fronteras por la pandemia de Covid-19.
Pendientes
Lacalle Pou dijo que de ser posible, en este semestre el Mercosur debería firmar el tratado con la Unión Europea (UE), que ha llevado décadas de trabajo y que en los últimos años se ha acercado notablemente. Lo mismo opinó del acuerdo con el Efta.
“No debe haber peor señal global que la de no finalizar los procesos que llevan tantos años de negociación y que (ahora) estamos en la recta final”, sostuvo el mandatario uruguayo.
En ese sentido, agregó que la “la presidencia (del bloque) se va a comprometer en un trabajo con Alemania y su gobierno para acelerar la firma y la ratificación de cada Estado y la UE”. En este período, Alemania está ejerciendo la presidencia de la alianza europeo.
Otros horizontes
El acuerdo con Corea del Sur es otro de los puntos en la mira de Uruguay, que se ha mostrado muy favorable a conseguir la firma con el país asiático, aunque no es lo único en el horizonte.
Lacalle Pou pidió sincerarse, justamente, sobre la intención de firmar otros acuerdos, aludiendo específicamente al entendimiento con los surcoreanos.
“Estamos convencidos de que no solo a nuestro país, sino al bloque en general, le va a ser fructífero un acuerdo con Corea del Sur”, sostuvo el presidente de Uruguay.
Asimismo, se manifestó en contra de los alineamientos políticos dentro del bloque y recordó que los mandatarios son “gobernantes circunstanciales”, que pueden tener un componente ideológico distinto, pero que no se puede “estar cada cinco o cuatro años variando el sentir y el derrotero de los pueblos”.
En este aspecto se refirió a la relación EEUU-China, manifestando que no se puede “caer en la falsa dicotomía de estar más cerca de uno o de otro”, puesto que “los países que han tenido desarrollo, han estado cerca de los dos”.
Explicó en ese sentido que ha manifestado el interés de desarrollar un acuerdo con EEUU y que hasta el momento no ha recibido respuesta. En cuanto a China, la intención es impulsar el diálogo.
“China ha manifestado formalmente la vocación de profundizar las relaciones con el Mercosur”, dijo Lacalle Pou, que entiende “hay una especie de omisión” del Mercosur al no responder “adecuadamente” esta formalidad.
“Pensemos en 2050, en Asia y en China, pensemos la cantidad y calidad de alimentos que van a necesitar. Y volvamos rápidamente a nuestra región, la gran productora de alimentos”, subrayó.
Celeridad
En otro orden, el mandatario abogó por la rapidez de las decisiones, planteando que el Mercosur tiene cierta lentitud para la toma de decisiones y en la búsqueda de consensos, que no están en sintonía con las variaciones en los mercados del mundo.
“Por eso los consensos del Mercosur tienen que ser pragmáticos, que tengan la capacidad de analizar, de prever, de reaccionar y de avanzar en los tiempos del mundo (…) Porque si esto supone discusiones cuasi académicas, el mundo nos va a pasar por arriba”, dijo.
En relación a ello agregó que “si el día de mañana, los acuerdos macro y marco dan que se deba avanzar a distintas velocidades, Uruguay está dispuesto a formalizar en este sentido”.
Para Lacalle Pou, el mercosur debe interpretar el sentir de los ciudadanos, para que realmente vean que en la región el comercio se incrementa.
“Uruguay una vez más apuesta al Mercosur, al Mercosur real no al de papel”, sentenció Lacalle Pou.