El inicio de la temporada de exportación de frutas en Chile ha desatado un incremento significativo en las tarifas de los contenedores refrigerados (reefers), impulsado principalmente por la creciente demanda y la escasez de equipos disponibles. Esta alza tarifaria, que afecta especialmente a productos perecederos como cerezas, arándanos y uvas, está poniendo en tensión a los exportadores, quienes compiten ferozmente por asegurar el transporte adecuado para garantizar la frescura de sus envíos hacia mercados en Norteamérica y Asia.
Según indicó el portal MasContainer, a este desafío local se suman factores globales que complican aún más la logística en la región. La congestión en puertos claves de Asia, atravesando la crisis del Mar Rojo, ha reducido la rotación de contenedores a nivel mundial, al retener equipos en tránsito prolongado o en puertos congestionados.
Además, las huelgas en puertos de Estados Unidos han generado cuellos de botella que afectan el flujo de carga y aumentan los costos logísticos para los exportadores chilenos, quienes deben reservar los contenedores con mayor anticipación y asumir tarifas más altas.
A medida que los precios de los fletes en Chile se vuelven competitivos, las navieras están priorizando el envío de sus contenedores refrigerados hacia los puertos chilenos, dejando a otros países de la región, como Perú y Ecuador, con una oferta reducida de estos equipos. Esto ha generado un impacto directo en los exportadores de frutas y productos perecederos en estos países, quienes también dependen de los frigoríficos para sus envíos internacionales.
La disminución en la disponibilidad de contenedores refrigerados en Perú y Ecuador está obligando a sus exportadores a enfrentar una escalada en las tarifas, afectando su competitividad en mercados extranjeros. Ante esta situación, los exportadores de estos países han tenido que considerar alternativas logísticas que, aunque costosas, buscan adaptarse a las necesidades de sus productos perecederos.
Estrategias de Chile
En Chile, algunos exportadores han optado por asegurar la disponibilidad de contenedores frigoríficos mediante la reserva temprana de contenedores y la creación de alianzas con proveedores logísticos y navieras. Esta planificación anticipada se ha vuelto esencial para evitar interrupciones en sus exportaciones durante esta temporada crítica.
Asimismo, algunos actores de la industria local están evaluando la posibilidad de incrementar la producción de contenedores refrigerados, con el objetivo de aliviar la presión sobre el mercado en temporadas futuras.
Pero la competencia entre Chile, Perú y Ecuador por los contenedores refrigerados destaca las complejidades de la cadena de suministro global en el contexto actual.
Para reducir los efectos de esta situación, se vuelve indispensable una cooperación regional que permita un uso más eficiente de los recursos logísticos. Esto podría incluir acuerdos de colaboración entre los países sudamericanos, que mejoren la disponibilidad de contenedores frigoríficos en temporadas de alta demanda, o la creación de incentivos que faciliten el flujo de estos contenedores en la región.
El aumento en las tarifas de los contenedores refrigerados en Chile es un reflejo de las actuales tensiones y desafíos del comercio global y la preferencia de las navieras por el mercado chileno afecta la logística en países vecinos, dificultando la competitividad de Perú y Ecuador en la exportación de productos perecederos.
En este contexto, la colaboración regional y la planificación anticipada se perfilan como estrategias claves para mitigar la escasez de contenedores refrigerados y reducir los altos costos logísticos que afectan a los exportadores en América del Sur.