Un nuevo capítulo de lo que parece ser un diálogo en idiomas distintos, o por lo menos con parámetros muy dispares, se registró entre Uruguay y Argentina en relación a la profundización a 14 metros del canal de acceso al puerto de Montevideo.
La delegación argentina de la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) volvió a comunicar su disconformidad con la información brindada por Uruguay para llevar adelante el proyecto en cuestión.
Si bien los reparos en el proyecto ya habían sido manifestados y puntualizados, esta vez el reclamo llega luego de que Uruguay asegurara que todos los puntos estaban cubiertos y que daba por finalizada la discusión, haciendo correr el plazo de 180 días para poder comenzar con la obra.
El 5 de julio pasado, ComexLatam informó acerca de la decisión de Uruguay, por lo que las autoridades y expertos estimaban que el proceso ya no tendría vuelta atrás.
Sin embargo, Argentina nuevamente puntualiza algunos reclamos y sigue exigiendo aclaraciones y formalidades que, según su criterio, Uruguay sigue sin brindar. Si bien en esta oportunidad la delegacióna argentina se da por satisfecha en más respuestas que en la primera ocasión, sigue argumentando que falta documentación y claridad en muchos puntos.
Lo que llama la atención en el sector es cómo un mismo documento puede generar consideraciones tan diferentes. Por un lado se dice que es un estudio exhaustivo, detallado y que excede incluso los requerimientos necesarios, mientras que por otro se sigue insistiendo en fallas que hasta rayan la falta de profesionalismo del informe.
Ante este nuevo episodio, en el que Argentina pretende dilatar el avance de Uruguay hacia los 14 metros, resta esperar qué hará Uruguay, que ya había anunciado un punto final y que no había marcha atrás.