Según el estudio sobre La Industria Forestal en Uruguay, presentado por el director ejecutivo de CERES, Ignacio Munyo, el crecimiento robusto de la forestación tiene un alto efecto multiplicador en la economía, sin descuidar el medioambiente.
El trabajo titulado “La producción forestal en Uruguay: un sector líder y sostenible”, reveló que la estabilidad institucional y las garantías jurídicas del país han sido los pilares del auge del sector, factores fundamentales para atraer inversiones a largo plazo.
Además, el estudio aborda el desarrollo de la industria forestal fundamentado en un análisis integral de los resultados y proyecciones de aspectos como la actividad, las exportaciones y la creación de empleo, así como su papel relevante en múltiples aspectos de la economía.
En cuanto a números, la participación del sector forestal en la exportación de bienes desde Uruguay creció U$$ 315 millones a U$$ 2.749 millones en los últimos 15 años; estos números solo fueron superados por exportaciones de bienes por carne y subproductos (U$$ 3.221), superando sus propios números en 2014 (U$$ 2.174 millones), gracias a la exportación de celulosa, madera (sumado a productos hechos de ella), papel y cartón.
Esto ha traído efectos en la economía local que, en esa línea, el sector forestal es el segundo exportador de bienes actualmente (con un 19% del total) y se proyecta de esta manera como el principal sector exportador para el próximo año.
Este fenómeno se explica, según Ceres, gracias a las políticas públicas de largo plazo; incentivos impositivos; institucionalidad y estabilidad en el tiempo; seguridad y confianza para que lleguen inversores y la ventaja de contar con inversores internacionales reconocidos.
Además, infiere que la industria forestal no solo es un sector relevante, sino que también representa un paradigma positivo de la economía circular, lo que implica que su enfoque de desarrollo contribuye de manera significativa a la reducción del desperdicio de recursos y a la minimización de la generación de residuos.
Esto se traduce en la promoción de la reutilización, la reparación, el reciclaje y la renovación de productos y materiales, fomentando la creación de un ciclo continuo en el que los recursos y productos se mantienen en uso durante el mayor tiempo posible.