El Paso Bermejo enfrenta una crisis sin precedentes debido a la acumulación de sedimentos provocada por el alto caudal del Río Bermejo. Con niveles de agua por debajo de los 9 pies, la navegabilidad en esta zona se encuentra seriamente comprometida, afectando el tránsito fluvial y generando demoras en la logística de carga en Paraguay.
Este problema, recurrente por la naturaleza del Bermejo como río de deshielo, se ha visto agravado este año por el bajo caudal del río Paraguay.
La acumulación de sedimentos en el Paso Bermejo ha causado la varadura de buques y convoyes, por lo que actualmente permite el paso de una sola barcaza por vez, lo que ralentiza significativamente el comercio fluvial.
Frente a esta situación, las autoridades y el sector se plantean dos soluciones: realizar trabajos de dragado para despejar el canal o esperar que la navegación constante de los convoyes ayude a mantener el paso abierto de manera natural.
En ese sentido, los capitanes de convoyes apoyan la segunda opción, mientras que los tripulantes y operadores de buques autopropulsados insisten en la necesidad de dragar la zona de inmediato.
Para hacer frente a la crisis, la empresa TyC, contratada por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, ha puesto en marcha trabajos de dragado en coordinación con el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay y la Administración Nacional de Navegación y Puertos.
En tanto, la Prefectura General Naval ha comunicado que los trabajos de dragado se están llevando a cabo en la zona del Paso Bermejo – Pilar en los siguientes tramos:
Entre los kilómetros 1.320 y 1.322, los días 19 y 20 de marzo de 2025, entre la medianoche y la hora 6.
Entre los kilómetros 1.320 y 1.331, del 19 de enero al 5 de marzo de 2025, entre la medianoche y la hora 6.
Más allá de las medidas tomadas, la incertidumbre persiste y el sector se pregunta si será suficiente el dragado para garantizar la normalidad en la navegación o el problema se agravará si las condiciones del río no mejoran.
Lo cierto es que, hasta el momento, la crisis en el Paso Bermejo continúa afectando la operatividad del transporte fluvial y mantiene en vilo a la industria naviera.