En un movimiento que refuerza su postura frente a Rusia, la administración de Joe Biden anunció el mayor paquete de sanciones hasta la fecha, dirigido a la producción, exportación de petróleo y la flota marítima del país euroasiático. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) sancionó a 183 buques, incluyendo 155 petroleros, así como a empresas energéticas clave y operadores de la llamada «flota oscura».
Según informó el medio Splash247, entre las empresas afectadas se encuentran los gigantes energéticos Gazprom Neft y Surgutneftegas, junto con sus filiales y directores ejecutivos. También se han incluido compañías navieras como Sovcomflot y aseguradoras marítimas rusas como Ingosstrakh y Alfastrakhovanie. Además, empresas internacionales como la china Wison, que ha colaborado en proyectos como Arctic LNG 2, han sido objeto de sanciones.
Los buques sancionados transportaron cerca del 45% del crudo ruso exportado en 2024 y el 7% de sus productos refinados, según datos de la firma Braemar. De estos, 54 petroleros se encuentran actualmente cargados con petróleo ruso o malasio, y deberán ser sustituidos rápidamente por embarcaciones que cumplan con las regulaciones, lo que podría aumentar los costos del transporte marítimo.
Se espera que la Unión Europea y el Reino Unido amplíen las sanciones, afectando a más de un tercio de la flota oscura de Rusia, conocida por operar con embarcaciones envejecidas que eluden regulaciones internacionales.
En paralelo, las autoridades alemanas informaron sobre el rescate del petrolero Eventin, de 19 años de antigüedad, que sufrió una avería en el Mar Báltico mientras transportaba casi 100.000 toneladas de petróleo ruso. El buque fue remolcado al puerto de Sassnitz tras el incidente.
La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, criticó el uso de embarcaciones antiguas por parte de Rusia, calificándolas como una amenaza para la seguridad europea. Baerbock advirtió que la flota paralela rusa, con una edad media de 21 años, supera en ocho años la media global, lo que incrementa los riesgos de accidentes marítimos.
“Al desplegar una flota de petroleros oxidados, (el presidente ruso Vladimir) Putin no solo evade sanciones, sino que también pone en peligro el turismo y la seguridad en el Mar Báltico”, afirmó la ministra.