La creciente tensión entre Estados Unidos y Panamá por la gestión del canal de Panamá ha llevado a la administración de Donald Trump a considerar sanciones económicas y restricciones comerciales. Según una publicación de CNBC, Louis Sola, recientemente designado jefe de la Comisión Marítima Federal (FMC), expresó preocupación por la supuesta ventaja injusta que empresas chinas tendrían en la administración del canal y sus puertos.
Durante su primera entrevista desde su nombramiento, Sola afirmó que las prácticas actuales impiden a las compañías estadounidenses competir en igualdad de condiciones. Informes señalan que algunas empresas chinas estarían recibiendo reembolsos por los peajes del canal, mientras que sus homólogas estadounidenses deben cubrir los costos completos sin compensaciones.
«Nos preocupa que el principio de neutralidad no se esté respetando y que se favorezca a ciertos actores en detrimento de otros», declaró Sola a CNBC.
Además, destacó que el control de puertos panameños por empresas chinas representa una amenaza para los intereses comerciales de Estados Unidos.
En respuesta, el presidente Trump ha amenazado con tomar medidas para reafirmar el control estadounidense sobre el canal, incluyendo la imposición de fuertes sanciones al gobierno panameño y la restricción del acceso de buques con bandera panameña a puertos estadounidenses. En una reciente audiencia en el Senado sobre comercio y seguridad, varios legisladores republicanos respaldaron la adopción de una postura más agresiva para garantizar condiciones justas en el comercio marítimo.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó las acusaciones y aseguró que «el canal de Panamá es y seguirá siendo de los panameños», negando que exista algún trato preferencial hacia China. No obstante, la tensión sigue en aumento y Estados Unidos evalúa nuevas estrategias para proteger su influencia en la región.