En los últimos años, las compras online desde el exterior han registrado un crecimiento sin precedentes, y 2024 marcó un punto de inflexión en esta tendencia. Plataformas como Temu han impulsado este fenómeno, generando un escenario desafiante para el comercio local, que se enfrenta a una competencia cada vez más desigual.
Uno de los factores que han potenciado este crecimiento es el régimen de franquicias, que permite a los consumidores uruguayos recibir hasta tres envíos anuales de hasta US$ 200 sin costos impositivos. Este mecanismo, que ya mostraba una evolución sostenida, experimentó en 2024 un incremento interanual del 95,5% en el volumen de envíos a partir de abril.
En diciembre, las cifras alcanzaron un récord de 153.607 envíos, sumando un valor total de US$ 16,8 millones. A lo largo del año, el total de compras aumentó 74,9%, superando los US$ 106 millones.
Las categorías más demandadas continúan siendo vestimenta, juguetes, calzado, artículos de bazar y decoración, reflejando las preferencias del consumidor uruguayo al adquirir productos en el exterior.
Otro factor que ha contribuido a este boom es el régimen simplificado del 60%, que permite la importación de productos de hasta US$ 200 sin límite anual, con un tributo único del 60% sobre el valor de la factura.
En los primeros meses del año, el promedio de envíos bajo esta modalidad fue de 6.500 mensuales, pero a partir de mayo comenzó un crecimiento exponencial, alcanzando las 160 mil compras en diciembre, lo que representa un aumento interanual de casi el 2.000%.
En términos de valor, las compras bajo este régimen pasaron de US$ 4 millones en 2023 a US$ 18 millones en 2024, marcando un crecimiento del 315%.
Impacto local
Este aumento en las compras online desde el exterior ha generado un impacto significativo en los comercios uruguayos. En 2024, las adquisiciones bajo estos regímenes representaron el 10,1% del total de importaciones de vestimenta y el 16,8% del total de juguetes.
Esto se traduce en una reducción en el volumen de ventas de los comercios locales y una menor recaudación fiscal para el país.
Los empresarios enfrentan una competencia desigual, ya que los productos importados mediante estos regímenes están exentos de múltiples impuestos y costos administrativos que sí afectan a los comercios formales.
En el caso de la vestimenta, por ejemplo, los productos que ingresan bajo el régimen general deben pagar un arancel del 20%, una tasa consular del 5%, IVA del 22%, adelanto de IVA del 10% y adelanto de IRAE del 15%, lo que genera un sobrecosto del 81,4% sobre el precio original.
Desde la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, se enfatiza la necesidad de generar condiciones justas para los comercios locales sin restringir las opciones del consumidor. Entre las medidas a considerar se incluyen la reducción de costos y cargas impositivas para los comerciantes nacionales; así como el mayor control sobre los productos ingresados bajo estos regímenes para asegurar el cumplimiento normativo y el desarrollo de estrategias específicas para mitigar el impacto en el comercio minorista, especialmente en pequeñas y medianas empresas
El crecimiento del comercio electrónico transfronterizo plantea un desafío clave para la economía uruguaya. Con el nuevo gobierno, los comerciantes entienden que es crucial generar un debate sobre medidas que fomenten una competencia justa y sostenible para todos los actores del sector.