La puesta en marcha del puerto de Chancay ha generado un intenso debate sobre el impacto de esta nueva infraestructura en la competencia portuaria peruana, especialmente frente al puerto de El Callao.
El economista y reconocido especialista en logística y puertos Ricardo J. Sánchez realizó un análisis clave sobre la necesidad de revisar las condiciones regulatorias en este nuevo contexto competitivo.
En su comentario, Sánchez señala que el análisis debe partir de entender el concepto de interior portuario, que ya no se limita a la cercanía geográfica, sino que incorpora elementos económicos como eficiencia logística, costos y competitividad. Según el experto, el interior económico permite que los puertos compitan más allá de sus áreas de influencia tradicionales, estableciendo un mercado compartido entre terminales como Chancay y El Callao.
Uno de los puntos más relevantes planteados por Sánchez es la necesidad de «nivelar la cancha» regulatoria entre las unidades que compiten en el mercado. El economista cuestiona la excepcionalidad de la regulación tarifaria en el caso de Chancay, argumentando que la ampliación de capacidad que este puerto introduce al mercado podría requerir un marco normativo uniforme para garantizar condiciones equitativas.
En este sentido, plantea que tanto Chancay como los terminales de contenedores de El Callao deben considerarse parte de un mismo mercado competitivo, y que la regulación debe reflejar esta realidad, promoviendo eficiencia sin generar distorsiones.
El análisis también abre interrogantes sobre el impacto que tendrá Chancay en la estructura del mercado portuario peruano. Si bien su entrada en operación podría incrementar la competitividad y mejorar los servicios, existe el desafío de evitar que las asimetrías regulatorias favorezcan a un operador sobre otro, afectando a los usuarios finales ya la economía nacional.
El comentario de Sánchez se suma a una discusión más amplia sobre cómo regular la infraestructura crítica en un contexto de creciente integración económica regional y global. En este sentido, la entrada en operación de Chancay no solo es una cuestión de capacidad portuaria, sino de cómo se diseña un entorno regulatorio que equilibre la competencia y la eficiencia en beneficio de toda la cadena logística del país.