El sector exportador argentino aplaude las medidas de desburocratización del comercio impulsadas por el gobierno del presidente Javier Milei, pero advierte que, sin una solución a los problemas cambiarios y logísticos, la competitividad del país sigue en riesgo.
Pese a los esfuerzos del ministro de Economía, Luis Caputo, para eliminar barreras técnicas y burocráticas, los exportadores señalan que los altos costos logísticos y el manejo del tipo de cambio por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) continúan siendo un obstáculo clave para la expansión de las ventas externas.
El gobierno, que desde el inicio de su mandato ha priorizado la apertura comercial, ha implementado medidas a través de la Secretaría de Comercio y la Subsecretaría de Comercio Exterior que han sido valoradas por el sector privado.
Sin embargo, desde diversas entidades exportadoras, como la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), advierten que el “costo argentino” sigue encareciendo el proceso de exportación, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, que intentan competir en mercados internacionales con productos de valor agregado.
Según datos de la CERA, en los últimos 35 años, solo han crecido las exportaciones de productos primarios, mientras que los productos industriales, incluidos aquellos de origen agropecuario, han sufrido largos períodos de estancamiento.
El presidente de la entidad, Fernando Landa, manifestó su preocupación ante el ministro Caputo, señalando que Argentina ha perdido el 10% de sus exportadores en la última década debido a estos desajustes estructurales.
Entre las principales preocupaciones expuestas al gobierno, Landa destacó el desfasaje en los pagos de fletes.
“Todavía se sostiene el pago de flete a 30 días, lo cual es inviable en el contexto actual”, señaló, mientras denunció que el BCRA retiene los dólares obtenidos por las exportaciones sin transferirlos automáticamente a los exportadores, lo que genera una disrupción financiera grave para las empresas.