La disolución de la Administración General de Puertos (AGP) argentina ha dejado a la Vía Navegable Troncal (VNT) del río Paraná, una de las arterias fluviales más importantes del país, en una situación de incertidumbre operativa, según diversas fuentes que dialogaron con ComexLatam.
En ese sentido, varios actores aseguran que el sentimiento que reina entre el personal del organismo disuelto tiene que ver con que la VNT, clave para el comercio exterior, enfrenta ahora desafíos logísticos que comprometen la seguridad de la navegación y la competitividad de las exportaciones.
Asimismo, entienden que tras la decisión del gobierno del presidente Javier Milei -que también incluyó la disolución de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, y la creación de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (Anpyn) como autoridad portuaria- se generó un vacío en la gestión de tareas esenciales, como las batimetrías, fundamentales para asegurar el tránsito seguro de embarcaciones.
Según explicaron algunos actores del sector, la falta de una estructura organizativa clara, que antes era soportada por la Sspyvn, complica aún más la situación debido a la incorporación de personal contratado del Servicio de Hidrografía Naval (SHN) durante la anterior administración de la AGP.
En la actualidad, de acuerdo con información del portal SL24, más de 30 contratados desempeñan funciones críticas, incluyendo inspecciones en lanchas y balizadores. Sin embargo, la ausencia de una definición clara sobre sus roles y responsabilidades ha generado dudas sobre la calidad y trazabilidad de las tareas realizadas.
Ante la falta de directivas oficiales, técnicos de la Sspyvn han asumido la responsabilidad de emitir las planillas determinantes y partes de navegación, documentos esenciales para mantener las operaciones logísticas y garantizar la seguridad en la red fluvial.
“Decidimos continuar por nuestra cuenta con las planillas y partes, porque entendemos su importancia para la continuidad operativa”, señaló un técnico del área citado por SL24, que asegura que este esfuerzo autónomo destaca el compromiso del personal técnico, aunque evidencia la gravedad del vacío institucional.
Asimismo, agrega que la salida abrupta de la AGP ha dejado no solo oficinas vacías, sino también una ausencia total de instrucciones o planes de transición. Informes indican que el personal directivo retiró incluso objetos personales sin dejar pautas operativas, complicando aún más la gestión de un sistema ya afectado por la incertidumbre.
En otro orden, el medio local sostiene que la incapacidad de garantizar una gestión efectiva a largo plazo en la VNT pone en jaque la posición del país en el comercio internacional. Sin información precisa y un marco operativo definido, las exportaciones e importaciones enfrentan riesgos significativos, desde interrupciones en la cadena de suministro hasta costos logísticos más altos, explica el artículo de SL24.
En ese sentido, agrega que se requiere la definición de un plan claro por parte de las autoridades nacionales para retomar el control de las operaciones, delimitar roles y responsabilidades, y reestablecer la gestión fluvial de manera eficiente. Esto resulta fundamental para asegurar la continuidad de la navegación y mantener la competitividad de las exportaciones en el contexto del comercio global.