El comercio global está experimentando una reconfiguración del poder marítimo a través del control de los puertos, una tendencia que se ha acelerado con la reciente adquisición del 80% de las operaciones portuarias de Hutchison Ports por parte del consorcio TIL-BlackRock, valorada en más de US$ 22.800 millones.
Esta operación coloca a Mediterranean Shipping Company (MSC), a través de su filial Terminal Investment Limited (TiL), en una posición privilegiada dentro de la logística global. El acuerdo abarca 43 puertos con 199 muelles en 23 países, incluyendo terminales estratégicas como Felixstowe en el Reino Unido, Róterdam en los Países Bajos y los puertos de Balboa y Cristóbal en Panamá.
La transacción también ha generado reacciones en el ámbito geopolítico. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha manifestado su intención de recuperar el control del canal de Panamá, sugiriendo sin pruebas vínculos chinos con la infraestructura interoceánica.
Mientras tanto, CK Hutchison Holdings, empresa matriz de Hutchison Ports, ha destacado que la venta responde exclusivamente a motivos comerciales y no a presiones políticas.
En términos financieros, Hutchison generará más de US$ 19.000 millones en efectivo con esta operación, mientras que MSC se afianza como el mayor operador portuario del mundo. Esta adquisición podría también afectar la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China (Belt & Road), reduciendo la presencia de Hutchison en mercados clave fuera de Asia.
El presidente de TiL y del Grupo MSC, Diego Aponte, ha subrayado la relación de respeto y amistad con Hutchison Ports, así como la importancia de la alianza con BlackRock. Por su parte, Larry Fink, CEO de BlackRock, ha enfatizado que su firma sigue consolidándose como la opción preferida para inversiones de largo plazo.
En tanto, el analista Lars Jensen, CEO de Vespucci Maritime, ha indicado que esta operación podría modificar la forma en que MSC gestiona su red de líneas en el futuro, aumentando su confiabilidad al tener mayor control sobre centros clave. Mientras tanto, el gobierno panameño, liderado por José Raúl Mulino, podría ver esta transacción como una forma de reducir la presión sobre la presencia china en los puertos del país.
Actualmente, la transacción está en una fase de negociación exclusiva por 145 días, en la que se llevará a cabo la debida diligencia, aprobaciones regulatorias y ajustes finales en el precio de compra. Se espera que la documentación definitiva se firme antes del 2 de abril de 2025.
Con esta adquisición, MSC no solo refuerza su posición en el transporte marítimo, sino que también adquiere un poder sin precedentes sobre las infraestructuras críticas del comercio mundial, marcando una nueva era en el control del flujo global de bienes.
Los analistas internacionales afirman que se trata del mayor acuerdo de puertos y terminales de la historia, y con este MSC también superará a APM Terminals de Maersk.
Según un informe de la consultora marítima Drewry, el rendimiento en las terminales de MSC y Hutchison estará muy por delante de todos los competidores en función de los volúmenes ajustados por capital, que tienen en cuenta el tamaño de la propiedad de cada terminal.