La zafra de granos pasada fue una pesadilla para Paraguay. La cosecha estuvo muy por debajo de lo esperado y la falta de agua en los ríos complicó la salida de la producción.
Se trató de una verdadera “debacle” porque de los 10 millones de toneladas estimados para la cosecha de verano, se levantaron solamente 3 millones. Apenas hubo un respiro con la llamada zafriña, pero eso no alcanzó para compensar.
Pero para este año la situación parece ser diferente y existe buena expectativa para lo que se viene, incluso para superar algunos escollos climáticos y políticos en la Hidrovía Paraná-Paraguay.
Acerca de la situación del sector, ComexLatam dialogó con el director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastor.
¿Cómo es el panorama actual luego de una zafra muy mala como la pasada?
La siembra está a full. Estimamos que estamos cerca del 80% del área sembrada. En algunas zonas se llegó al 90% y en donde está más atrasado está alrededor del 20%. Pero la preocupación radica en los pronósticos del tiempo, que hablan de que, quizás, se pueda repetir el fenómeno de La Niña. Veremos qué pasa con eso, pero parece que en el arranque estamos bien. Hay buena humedad en el suelo y los pronósticos son de que tendremos lluvia en los primeros tiempos. Incluso, los modelos de meteorología dicen que si se viene La Niña
no sería un efecto largo y no necesariamente va a significar que falte agua. Habrá que ir estudiando el efecto climático.
Por otro lado, el efecto climático también influye en el estado del río. ¿Cómo es la realidad logística para los granos?
Con los ríos venimos renegando bastante, ya sea con el Paraguay como con el alto Paraná. En el alto Paraná hubo períodos en los que no se podía navegar por falta de agua. Se han hecho trabajos de mejoras y creemos que para la próxima zafra eso va a ayudar a que se pueda navegar, aunque sea con poco calado. En el río Paraguay no se ha interrumpido la navegación, pero se ha operado con lentitud por la cantidad de pasos en los que hay que desarmar y armar los convoyes por la falta de agua. Además, al tener menos calado se navegó con menos carga y esto encarece costos, enlentece los plazos, genera ineficiencia y toda una serie de daños colaterales.
¿Hay trabajo de dragado en el río Paraguay?
Los trabajos de dragado continúan en los dos ríos. En el caso del río Paraguay sigue estando bajo, pero se continúa navegando.
¿Qué valor le da Capeco al dragado del río?
Es fundamental. A nivel país hemos enfrentado situaciones extremas, como lo es la imposibilidad de navegar en el río Paraná, pero son cosas que hay que resolver. Por eso se están encarando proyectos en ese sentido.
¿Qué proyectos hay para esto?
Por un lado se está conversando acerca de una cooperación del cuerpo de ingenieros de EEUU, que tiene una enorme experiencia en la navegación en el río Mississippi. Lo que se busca es que se haga una transferencia de conocimientos como para que Paraguay pueda diseñar un plan de manejo integral del río. En un principio esto está pensado solamente para el tramo de soberanía paraguaya, porque en el resto tenemos algunos temas con nuestros vecinos (Argentina) que se tendrán que resolver luego.
¿Esta intervención que se solicita es de diagnóstico o de desarrollo de un plan maestro?
Es del desarrollo de un plan maestro, pero no incluye ningún tipo de obra. Nosotros apoyamos que se tenga esta ganancia de tecnología y que, con base en el conocimiento que se gane, luego, como país, decidamos si esto se tiene que hacer mediante una concesión o de una asociación público-privada (APP) o como obra del Estado, según sea más conveniente para el país. También se está discutiendo una APP con la empresa dragadora Jan de Nul. En ese sentido, lo que nos preocupa es que se vayan a asumir compromisos de largo plazo sin tener la película lo suficientemente clara. En un acuerdo de largo plazo puede haber períodos en los que se esté pagando por un servicio que en esos momentos no está siendo prestado.
¿Qué es lo que se pretende desde el sector privado en ese sentido?
Necesariamente Paraguay tiene que tener una hidrovía predecible en cuanto a su comportamiento, navegable los 365 días del año, en buenas condiciones 24 horas al día, con señalización y balizamiento para ganar eficiencia en la logística de entrada y salida de productos. Lo que pasa es que a nivel político muchas veces es más interesante inaugurar una ruta, que se ve, que un dragado, que no se ve.
¿Cómo es la vinculación del sector con la clase política?
Se ha tenido contacto para sensibilizar acerca de la importancia que tiene el río. Paraguay está en este momento en un período pre-electoral, con elecciones internas que definirán los candidatos para las elecciones nacionales. Y, en este sentido, siempre insistimos en que la coyuntura política no deje de lado lo urgente e importante que tenemos en la vida de todos los días.
Justamente esta semana las cámaras empresariales se reunieron con las autoridades por una resolución argentina de cobrar un nuevo peaje en la Hidrovía. Usted estuvo como representante de Capeco, ¿qué resultó de esa reunión?
No es la primera vez que una iniciativa de este tipo surge de parte de Argentina. Ya ha pasado en años anteriores y, en su momento, hemos hecho los reclamos correspondientes argumentando por qué no deberían ser aplicadas esas iniciativas. En relación al nuevo peaje, debemos recordar que nuestras barcazas navegan con alrededor de 10 pies. Así lo hacen en el tramo desde Confluencia a Santa Fe sin que sea necesario ningún tipo de intervención en el río. Sabemos que en algún momento se han hecho dragados y señalizaciones puntuales, que también ha hecho Paraguay, pero sin que eso implique convertirlo en un peaje. Para que haya un peaje tiene que haber un servicio real y una contraprestación que verdaderamente justifique una medida de esa naturaleza. Por ejemplo, si hablamos del tramo que va del Río de la Plata hasta el Gran Rosario, ahí han habido mejoras concretas que hoy permiten que entren buques con mucho más calado que antes. Ahí sí hay una contraprestación por la que se paga.
¿Y por qué cree que Argentina resolvió poner este nuevo peaje?
Creo que lo mínimo que podemos pensar es que haya sido una decisión apresurada sin ser debidamente analizada. Tal vez se vio una oportunidad de generar un ingreso nuevo, pero que no está debidamente justificado.
¿Qué le cabe a Paraguay, y al sector privado, hacer ahora al respecto?
Este martes acordamos con las autoridades que la cancillería paraguaya emita una nota en rechazo a la implementación de este peaje y convocando a la comisión de la Hidrovía para que entren también a la mesa las delegaciones de Brasil, Bolivia y Uruguay.