Por Gonzalo G. Arias
25 años en CARP
Apasionado rioplatense
Especial para ComexLatam
Finalmente se conocieron los pliegos para la licitación de la Vía Navegable Troncal (VNT) de la Hidrovía Paraguay-Paraná (HPP), algo esperado desde la administración del presidente argentino Mauricio Macri que, contando con pliegos propios terminados y atento a la finalización de la concesión en 2021, no pudo concretarse por la decisión de las urnas.
Se escuchan muchas voces sobre las condiciones del pliego y todas apuntan a la misma temática, con lo que analizarlas en estas líneas sería sobreabundar en la materia. Pero hay algo que fue objeto de revisión en los pliegos en relación a los brazos del Paraná Bravo/Guazú/Talavera (BGT) porque el concedente “fijó” la profundidad de esa ruta en 28 pies, nada más alejado de la realidad que la naturaleza nos regala dándonos una determinante de 33 pies concentrada en un tramo muy corto.
Esto encendió todas las alarmas en Uruguay por incumplimiento de las Notas Reversales de junio de 1994 que aseguran, para el Canal Martín García (CMG), anchos y profundidades compatibles aguas arriba y abajo de ese canal.
Ante ese planteo se hicieron las aclaraciones pertinentes en relación a los brazos del BGT y se resolvió llevarlos a 36 pies. Vendrán en el futuro otras discusiones cuando, conforme los planes, la VNT aumente su profundidad más allá de la del Martín García.
Sin embargo, se sigue considerando al CMG como un canal secundario, cosa que quedó claramente plasmada en los pliegos. Prueba de ello es el texto inicial que preveía 28 pies para el BGT, corregidos ante el reclamo de Uruguay.
Se mantiene el Canal Emilio Mitre (CEM) integrando la traza principal. Ya no puede discutirse que el mantenimiento de ese canal es una pesada carga y una bomba de tiempo que tarde o temprano explotará. Durante 30 años se dragó sin control, refulando hacia el este del canal en las zonas autorizadas para la descarga de sedimentos, utilizando una mecánica que estuvo prevista para una concesión de 10 años, ¡pero que se usó por 30!
A tal punto se ha llegado que los pliegos de licitación, así como las condiciones establecidas en la renovación de la concesión a la Administración General de Puertos del año en curso, exigen que el refulado del CEM se realice a 2.500 metros del eje del canal porque, entre el canal y ese límite establecido, ya hay bancos que afloran y seguramente la profundidad media de la zona no deja pasar un kayak.
Para comprender la dimensión de los bancos que ha generado el refulado durante 30 años, si tuviéramos que recorrer esa distancia en la ciudad, seguramente usaríamos un automóvil o tomaríamos un transporte público para transitar esos 2,5 kilómetros.
Solo pensar que continuarán con la mecánica de dragado durante 30 años más y -para hacer explotar la bomba- sumarán la profundización, queda claro la inviabilidad del CEM, más allá de los efectos hidrodinámicos que traerá aparejados y los altos costos de mantenimiento.
Los mismos pliegos reconocen un volcado de 30 millones de metros cúbicos en 15 años (60 millones de metros cúbicos en 30 años) por el mantenimiento de ese canal, que son lo que generaron esos bancos de 2.500 metros de ancho.
Entonces cabe la pregunta; ¿por qué no se integra plenamente el CMG a la VNT si el CEM tiene sus días contados?
Manteniendo la traza actual, profundizando el Canal Buenos Aires, dragando un by-pass en la zona de fondos duros y alineando el canal en su sector sur para entroncar en el kilómetro 57 se logra un canal doble vía de bajo costo de mantenimiento y de menos impacto hidrodinámico.
Los que estuvimos en la Comisión Administradora del Río de la Plata desde el comienzo de esta historia, allá por 1990, vimos claramente, en el año 2002, que el futuro estaba en el CMG cuando los primeros buques Cape Size surcaron el canal. Dos décadas más tarde se mantienen las mismas condiciones sin aprovechar ni respetar a la naturaleza, pero habiendo acumulado daños y enormes pérdidas de dinero.
Sin duda el CMG es la garantía de conexión de las cuencas del río Uruguay y el río Paraná con el mar. Tarde o temprano será la vía principal, no se entiende la lógica de que sigamos tirando dinero al agua que solo recogerán los dragadores. A esta altura nadie lo puede negar.