Este miércoles 30 de octubre, se lleva a cabo un paro nacional de transporte en Argentina que durará 24 horas. Esta medida de fuerza, convocada por los gremios del sector, surge en respuesta al ajuste implementado por el gobierno del presidente Javier Milei y al aumento de tarifas en los boletos tras la eliminación de subsidios.
Los usuarios del transporte público están preocupados por las afectaciones que provocarán la protesta. Desde la pasada medianoche, los trenes y subtes han suspendido sus servicios y no se espera que reanuden actividades hasta la medianoche de hoy.
Además, la medida afecta en gran parte a los servicios de carga a nivel nacional, lo que genera complicaciones logísticas.
A pesar de la magnitud del paro, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que representa a la mayoría de los colectivos, ha decidido no adherirse a la protesta de hoy. En cambio, planea un cese de actividades para este jueves 31 de octubre, lo que significa que los colectivos no operarán ese día.
Roberto Fernández, líder de la UTA, ya había manifestado su rechazo a la medida actual, señalando que las negociaciones paritarias estaban en curso y que se encontraba vigente una conciliación obligatoria.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, también se sumó al reclamo de los transportistas, señalando que la situación afecta a varios sectores, incluido el gremio de controladores aéreos. El gobierno nacional, por su parte, no tiene planes de dictar la conciliación obligatoria para detener el paro, lo que podría intensificar los inconvenientes para los usuarios.
Los gremios convocantes, que incluyen camioneros, trenes, aviones, barcos y subtes, han justificado la medida en el contexto del ajuste gubernamental, el aumento de tarifas, la privatización de Aerolíneas Argentinas y el aumento de la pobreza. De esta manera, los servicios de transporte público se verán significativamente afectados a lo largo del día, lo que generará complicaciones para millas de usuarios.