Las autoridades argentinas analizan firmar en los próximos días un decreto por el cual los convoyes de barcazas que lleguen a sus puertos deberán ser ingresados por buques de bandera nacional. Esto implica que aquellas formaciones que lleguen por la Hidrovía Paraguay-Paraná (HPP) impulsadas por remolcadores de otra nacionalidad (en su mayoría paraguaya), deberán quedar en los amarraderos y desde allí ser maniobrados por remolcadores/empujadores de bandera argentina.
Comexlatam pudo saber que en días pasados la medida se puso sobre la mesa en una reunión que se llevó a cabo en la Secretaría de Gestión de Transporte (Ministerio de Transporte argentino), encabezada por Jimena Lopez, a la que asistieron varias gremiales relacionadas con el sector.
En este ámbito se planteó la derogación de la resolución 05/2003, que a través de ella se permite que los convoyes de bandera extranjera que llegan a punto de amarradero del puerto de destino sigan operando la carga hasta llegar a la terminal.
Antes de dicha resolución el movimiento debía ser hecho por remolcadores argentinos, ya que esa acción era considerada cabotaje nacional.
De acuerdo con fuentes argentinas consultadas por ComexLatam, este permiso se implementó por la falta de buques empujadores argentinos, por lo que el remolcador encargado de hacer toda la travesía fluvial, hoy es el que se ocupa de la entrada a puerto y el atraque.
Según los actores de la actividad comercial, esta operativa es la que parece más razonable.
Pero en la actualidad, según las fuentes, en Argentina hay poca flota y mucha gente en tierra, por lo que los distintos sindicatos relacionados a la actividad están presionando al gobierno y vislumbraron está posibilidad.
De esta manera, eliminando la resolución que permite a los remolcadores extranjeros finalizar el viaje, se restablecerá la prohibición y los tramos entre amarraderos y puertos estarán a cargo de Argentina como antes de 2003.
ComexLatam indagó acerca del impacto que tendrá esta nueva medida del gobierno argentino en la HPP y los expertos aseguraron que deberá estudiarse detenidamente porque llevará sobrecostos a la logística de la producción paraguaya, boliviana y brasileña, que muchas veces llega para abastecer de materia prima a las plantas industriales argentinas.
En ese sentido, podría hacerse la misma estimación realizada para el caso del embargo e interdicción del remolcador de bandera paraguaya en el Puerto de San Lorenzo, que también obliga a la intervención de un segundo remolcador.
Para tal situación, los expertos consultados aseguraron que el sobrecosto logístico podría ser del orden del 15%