Por Gonzalo G. Arias
25 años en CARP
Apasionado rioplatense
Especial para ComexLatam
Este era el Río de la Plata interior en 1974, la querida carta náutica H-118.
Donde hoy corre la traza del canal Ing. Emilio Mitre solo había una media de profundad que alcanzaba 1,5 metros (5 pies) aunque, ya proyectado, se preveía para 1977 el inicio de las obras de un canal a 32 pies con la traza que hoy conocemos. Esa obra nunca alcanzó su profundidad máxima a causa de la gran crecida de los primeros años de la década del 80 que trajo una enorme sedimentación. No era poca cosa ir de 5 a 32 pies, abriendo un canal desde cero, donde el agua prefería correr por la costa oriental y para peor coronando con una sedimentación extraordinaria.
En los primeros años de la obra se operó con dragas de cortador y refulando los sedimentos hacia el E por medio de enormes cañerías. En la concesión iniciada en 1995 se impuso la técnica de los “pozos del Mitre”, excavando hasta los 18/20 metros desde el km 32 hasta el km 36 volcando todo ese sedimento por medio de cañerías a las zonas de refulado muy rápidamente, lo que fue generando islas en medio del río que desde hace tiempo están identificadas en las cartas náuticas. Luego las dragas de succión por arrastre que dragan el canal Mitre vuelcan el contenido de sus cántaras en esos pozos que, cuando se llenan, se vuelven a vaciar y así se repite el ciclo.
Esa mecánica de dragado tenía previsto durar 10 años, aunque se extendió por 26 años y, de la mano de la AGP en calidad de concesionario desde 2021, ha llegado a cumplir 30 años. Por ese motivo, solo la operatoria de esos pozos ha generado mas de 30 millones de m3 en 15 años que fueron volcados a las zonas de refulado o, mejor dicho, 60 millones de m3 desde el inicio de la concesión en 1995, datos informados en el único pliego de licitación de la hidrovía conocido hasta la fecha.

Continuando con la información de dragado volcada en los pliegos se puede ver el peso que tiene el dragado del canal Mitre en el área del Río de la Plata, donde alcanza al 54,42% del volumen total dragado en una distancia que es el 14,27% de los canales en ese río. El volumen total en 15 años alcanzó a 174.817.735 m3 que claramente incluye el canal Emilio Mitre, que por sí solo llegó a 95.132.300 m3, en ambos casos computando el dragado de los pozos.
Por su parte, el volumen dragado desde Timbúes hasta llegar al mar, alcanzó a lo largo de 15 años a 383.484.500 m3 por lo que el dragado del Mitre representó un 24,74% mientras que la distancia de ese canal respecto del recorrido total es del 5,99%. Con esos volúmenes es que el mantenimiento del canal Mitre, a valores por m3 al día de hoy, se llevó USD 682.000.000 en 15 años que podrían haberse invertido de otro modo.
En la otra orilla, el Canal Martín García, insumió en los últimos 15 años algo menos de USD 320.000.000 (actualizado por CPI USA), es decir casi un 47% de lo que costó su par rioplatense, período en el que se debe contabilizar una profundización en fondos blandos a 34 pies y en los costosos fondos duros a 38 pies. Sin duda que con lo gastado en el canal Mitre se podría haber optimizado el Martín García con mayor ancho de solera, traza alternativa por fondos duros en el área de Farallón y un cambio de traza desde el Sur de Colonia entroncando en el km 57, aguas abajo de La Plata, y no en el km 39 para una mejor alineación a la corriente. Hay que tener presente que no tiene sentido comparar volúmenes dragados en uno y otro canal, lo concreto es que uno tiene un costo sensiblemente inferior que el otro (sumado a que el costo de mantenimiento del Martín García ronda los USD 4,80/m3 vs los USD 7,17/m3 la hidrovía, lo que hace pensar en el valor de referencia por m3 planteados en los pliegos de licitación) y presta el servicio requerido. No se trata de comparar volúmenes, se trata de reducir costos y
usar las trazas que nos marca la Naturaleza.
El nombre del canal Martín García viene sonando hace tiempo, ya es hora de revisar las trazas de los canales y mirar más ampliamente para ver de orilla a orilla como muestra la carta H-118, considerando las cosas seriamente para reducir costos operativos y daños ambientales que tendrán un valor, a la larga, aún más caro que el mantenimiento de ambos canales por muchas décadas.