La ofensiva estadounidense contra el transporte marítimo de crudo iraní está impactando significativamente el mercado global de petroleros, particularmente los VLCC (Very Large Crude Carriers).
Según MB Shipbroking, citado por el sitio Splash247, las refinerías privadas de China, principales compradores del crudo iraní sujetos a sanciones, en noviembre redujeron sus importaciones el 10% respecto a octubre.
Este cambio ocurre en medio del aumento de precios globales y la presión geopolítica, especialmente con la llegada de una administración estadounidense más estricta.
Ante estas restricciones, las refinerías de la provincia china de Shandong han diversificado sus fuentes, recurriendo a suministros de África Occidental y Oriente Medio.
La situación no solo afecta a las exportaciones iraníes, sino que podría generar un beneficio a corto plazo para el mercado de petroleros. Según Jefferies, si Estados Unidos amplía su lista de vigilancia para incluir otros 85 VLCC, la utilización de la capacidad global de petroleros de crudo podría aumentar del 85% al 95%, generando presión en la cadena logística.
Petroleros rusos
En paralelo, los petroleros rusos también enfrentan desafíos debido a las sanciones impuestas por Europa. En ese sentido, Bloomberg informa que los buques han optado por rutas más largas y evasivas para llevar sus cargas al mercado.
El Aframax Attica, por ejemplo, desalojó recientemente el Canal de la Mancha, transitando por las Islas Shetland de Escocia en su ruta hacia la India a través del Canal de Suez. Este desvío añade aproximadamente dos días al viaje, según cálculos de Bloomberg, reflejando el impacto operativo de las medidas restrictivas.
La combinación de sanciones contra Irán y Rusia está transformando significativamente el mercado de transporte marítimo de crudo, afectando las dinámicas de suministro global y poniendo a los superpetroleros en el centro de la tensión geopolítica.