A pesar de una buena cosecha, el procesamiento de oleaginosas en septiembre registró un total de solo 219.862 toneladas, marcando el nivel más bajo desde la expansión de la capacidad industrial en Paraguay para un año sin sequía.
Este retroceso evidencia la situación crítica que enfrenta la industria aceitera local, afectada por la falta de políticas claras y constantes que permitan recuperar la competitividad perdida debido a los cambios frecuentes en las normativas que regulan el sector.
La industria aceitera, que históricamente ha sido un pilar económico para el país, enfrenta crecientes desafíos en el contexto regional. Mientras Paraguay lucha con estas limitaciones, otros países están implementando estrategias más favorables, atrayendo materias primas para su procesamiento local. Estas acciones no solo incrementan la actividad industrial, sino que también generan empleos y amplían los beneficios económicos en sus respectivas economías.
Representantes del sector instan al gobierno a implementar políticas de apoyo que garanticen estabilidad normativa y fomenten la competitividad, para evitar que esta tendencia negativa comprometa aún más el desarrollo industrial del país.