El sector forestal se encuentra en un momento clave para su desarrollo en Paraguay. Las autoridades quieren desarrollar la actividad para aumentar exportaciones y la industria.
Hasta el momento, Paraguay cuenta con la ley 515/94, promulgada en 1994 y en un escenario distinto, no solo en lo nacional, sino también en lo internacional.
En su primer artículo, esta norma prohíbe la exportación de rolos, trozos y vigas de cualquier tipo de especie forestal, pero el Parlamento está a punto de aprobar una nueva normativa que cambia esta limitante.
Según Cristina Goralewski, titular del Instituto Forestal Nacional (Infona) de Paraguay, esta legislación no permitía ninguna excepción y la prohibición era tanto para especies exóticas como nativas.
ComexLatam dialogó con Goralewski, quien explicó la nueva realidad para el sector forestal guaraní.
¿Cuál es el propósito de la nueva ley?
Esta ley se hizo para proteger los bosques nativos y, por otro lado, promover la industrialización en Paraguay. Cuando yo asumí esta responsabilidad, con el gobierno de Mario Adbo Benítez, comenzamos a trabajar con el Banco Mundial, realizamos un análisis para ver por qué si Paraguay tiene todas las condiciones climáticas, económicas y de cargas impositivas, el sector forestal, tanto en plantaciones como en industrias, no ha crecido de la manera que se esperaba.
¿Qué resultó de ese análisis?
Surgieron dos puntos clave. Uno de ellos es el acceso al crédito adecuado para la producción forestal. Anteriormente el Banco Nacional de Fomento (BNF) tenía créditos que contemplaban la devolución de intereses anuales que, como sabemos, en la producción forestal esto es imposible. En diciembre del año pasado, en un trabajo liberado por la Agencia Financiera de Desarrollo, el Banco Nacional de Fomento y el Infona, se lanzó la nueva línea de crédito pro forestal. Hoy día, el único banco que está promoviendo esto es el BNF, pero esperamos integrar a la banca privada también, y principalmente a las cooperativas de producción.
¿Qué condiciones tiene esta línea de crédito?
Esta línea divide los proyectos: una parte es para la producción de madera sólida, calculando ciclos de 10 a 12 años. En este caso, a los 66 meses o en el primer raleo de la plantación, se pagan los intereses devengados. El resto de los intereses y el capital se pagan al finalizar el proyecto. Otra es para proyectos de producción de biomasa, en cuyo caso, tanto los intereses como el capital se pagan al final del proyecto. El banco también permite usar la ley de derecho real de superficie forestal como una garantía a la hora de sacar el préstamo. Esta ley habla de la seguridad jurídica que se le da a los inversores que hacen sus plantaciones forestales en tierras forestales alquiladas. Se hace una inscripción en registro público y la inversión es dueña de todo el suelo forestal hasta que este sea cosechado.
¿Cuál es el otro punto clave que arrojó el análisis?
El mercado y uno de los problemas era el flete, que para Paraguay resulta caro, tanto para la venta de madera como la de leña. Nosotros dijimos que por las condiciones de flete no debería hacerse en más de un radio de 50 kilómetros para que sea rentable. En cuanto a la industria, el radio puede aumentar más.
¿Cuál es la capacidad instalada de las industrias?
Actualmente la capacidad de la industria de la madera instalada en Paraguay es 865.392 metros cúbicos por año, de las cuales el 40% es de especies nativas y el 60% corresponde a plantaciones forestales. Hicimos un estudio para ver cuánto necesitamos plantar para suplir la madera nativa como materia prima para la industria local y nos dio 1.483 hectáreas por año. Hoy proponemos plantar entre 10 mil y 20 mil hectáreas, por lo que necesitamos abrirnos al mercado internacional. Creemos, además, que esto tendrá un efecto boomerang, que al aumentar las plantaciones también va a aumentar la industria, trayendo sobre todo inversión al país. Pensamos que tenemos ventajas como la de la carga impositiva y leyes que apoyan la instalación de industrias. Básicamente, un poco lo que pasó en Uruguay.
Hoy hay por lo menos dos proyectos, uno de ellos en Concepción. ¿Qué se puede saber al respecto?
Mucha información no puedo dar porque se encuentran en proceso de cerrar lo que es la parte legal. Pero puedo decir que va a contemplar más de 130 mil hectáreas, solamente en esa zona, para abastecer esta industria.
¿Cuántas hectáreas estiman que son aptas para este cultivo?
Paraguay tiene dos regiones bastante diferentes. El Chaco es una zona bastante árida, en donde se está experimentando para el desarrollo de especies más adaptadas a estas condiciones. Pero en la región oriental tenemos más de 5 millones de hectáreas aptas. Y algunas hectáreas dedicadas a la ganadería podrían combinarse con plantaciones forestales, lo que elevaría la tasa interna de retorno al productor. Esto es lo interesante en Paraguay, que la forestación no compite ni con la ganadería ni con la agricultura, sino que puede asociarse a ambas.
¿Qué proyectan en referencia a la aprobación en el parlamento?
Creemos que va a ser aprobado y pensamos que a fines de julio tendremos todo listo. Es un proyecto muy importante para la economía paraguaya, sobre todo en este momento, en el que se necesitan elementos para reactivar la economía. Creemos que esto es un gran instrumento.