El tráfico de barcos cerca de San Pablo ha sido interrumpido por una grave sequía que asfixia a los principales ríos de la selva amazónica, lo que ha elevado los costos de las rutas marítimas del norte, así como los riesgos para las exportaciones de maíz en los próximos meses.
Esta situación ya ha limitado el acceso de las comunidades locales a alimentos y agua potable y, ahora, el gobierno federal advierte el efecto en las exportaciones de granos en la región, según informó agencia de noticias Reuters.
«Existe preocupación por el envío de parte de la cosecha de maíz, que aún tardará otros dos o tres meses», indicó el Ministerio de Agricultura en un comunicado escrito.
La navegación a lo largo de los afluentes superiores del Amazonas, a menudo complicada en la estación seca, se ha vuelto especialmente difícil, mientras que los peores efectos de la sequía se han centrado al oeste de Manaos, la capital del estado de Amazonas.
Algunos de esos ríos son claves para los avances logísticos mediante los cuales Brasil ha consolidado las rutas de exportación del norte, impulsando la competitividad de la potencia de granos de América del Sur.
Los bajos niveles de los ríos también han afectado el atraque de barcos transoceánicos alrededor de Manaos y han elevado los costos de practicaje, dijo Thiago Pera, coordinador de investigación logística de ESALQ-LOG. Aseguró que la excelente cosecha de soja de Brasil ya está disponible, pero que las condiciones podrían resultar difíciles para el envío de la segunda cosecha de maíz de este año.
El meteorólogo Gilvan Sampaio, de la agencia espacial brasileña INPE, dijo por su parte que la sequía de este año en el Amazonas podría resultar ser la peor registrada. Incluso, agregó que la sequía podría durar hasta 2024 si el fenómeno de El Niño se intensifica en el océano Pacífico y no se produce enfriamiento de las aguas tropicales en el Atlántico norte.