Las autoridades suecas confiscaron el Vezhen, un barco con bandera de Malta registrado a nombre de una compañía naviera búlgara, bajo sospecha de haber causado daños a un cable submarino de fibra entre Suecia y Letonia. Este incidente, que se suma a una serie de casos similares en la región, ha desatado nuevos temores de sabotaje en el mar Báltico.
Según informó Euronews, la Guardia Costera sueca abordó la embarcación después de que los fiscales suecos iniciaran una investigación preliminar. El operador del cable había señalado que existían razones para creer que el daño pudo haberse originado por influencia externa.
El Vezhen, un granelero cargado de fertilizantes, contaba con una tripulación de ocho oficiales búlgaros y nueve marineros de Myanmar. Reportes locales indican que el barco había zarpado días antes del puerto ruso de Ust-Luga rumbo a Sudamérica. Aleksandar Kalchev, director de la compañía naviera búlgara Navigation Maritime Bulgare, reconoció la posibilidad de que el daño al cable fuera accidental, provocado por el ancla del barco debido a condiciones meteorológicas adversas. No obstante, descartó cualquier acción intencionada por parte de la tripulación.
Este caso se suma a otros incidentes recientes reportados en la región, como daños a cables entre Lituania y Suecia, Alemania y Finlandia, y Estonia y Finlandia. La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, calificó estos eventos como alarmas y mencionó interrupciones frecuentes de señales GPS y espionaje con drones en el mar Báltico.
La Unión Europea y la OTAN han intensificado su coordinación para abordar estas amenazas, con el objetivo de fortalecer la resiliencia ante posibles interferencias cibernéticas e híbridas.