Con la propuesta de una “nueva estrategia industrial para Europa” y la conclusión de que la era del comercio abierto está en vías de desaparición, el ex primer ministro italiano Mario Draghi presentó un informe sobre competitividad económica ante el Ejecutivo de la Unión Europea (UE).
El documento llega pocos días antes de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, nombre su nuevo equipo de comisarios para el próximo quinquenio y establece y establece medidas más agresivas mirando la actualidad que surge de la batalla entre EEUU y China por el predominio de los mercados y, en especial, atendiendo a las subvenciones a la tecnología verde.
«Un plan conjunto para la descarbonización y la competitividad podría conllevar, en circunstancias específicas, medidas comerciales defensivas para nivelar el terreno de juego a nivel mundial y compensar la competencia patrocinada por el Estado en el extranjero», dice el informe según consignan los medios europeos.
Asimismo, Draghi es contundente al afirmar que «la era del comercio mundial abierto regido por instituciones multilaterales parece estar pasando».
En este sentido, el informe habla de mayor “autocontrol” en la regulación del comercio en la UE.
De esta manera, el italiano parece cumplir con su promesa de delinear un «cambio radical» para atenuar la brecha de productividad del viejo continente con EEUU.
Según un informe previo, los ingresos en el gigante americano, se incrementaron el doble que en la UE desde 2000. En ese sentido, el portal Euronews afirma que la economía de EEUU “es ahora 50% mayor que la de la UE, aunque hace 15 años ambas eran iguales”.
Como parte del plan Draghi, aparece la defensa a la industria, con suba de aranceles que hagan frente a la enorme producción china y foco en una política para “reducir la dependencia de países que ya no son fiables”.
El informe ha generado expectativa en cuáles van a ser las decisiones de la UE y cuál va a ser el apoyo de países como Francia y Alemania, que son los pilares de la ecomía comunitaria.
De la misma manera, el contexto internacional estará pendiente de lo que determine la UE y con ello los vaivenes del comercio mundial, pues mientras Europa apunta a cerrarse, existen acuerdos en ciernes y una visión de apertura en otros bloques del planeta.