Arroz, soja, cemento, productos forestales como tableros y otras mercaderías son las que conforman la masa crítica para el desarrollo de la Hidrovía Brasil-Uruguay, (HBU) que conforman las lagunas Merín y de Los Patos, y que unirá la terminal Tacuarí (Uruguay) con distintos puertos brasileños, entre los que se encuentra el de Río Grande.
Según dijeron a ComexLatam algunos actores que han estudiado la viabilidad del proyecto, esas mercaderías sumarían no menos de un millón de toneladas por año.
En ese sentido, La HBU no solo estaría captando carga que hoy tiene otras vías más onerosas para llegar a Río Grande, sino que sería una solución para tierras de potencial productivo que hoy están desaprovechadas por los costos logísticos.
El proyecto ya ha tenido sus avances el año pasado, incluso con estudios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que recomendó seguir adelante con la iniciativa y aseguró que será un nuevo elemento de fortaleza para la integración de la región.
En ese sentido, días pasados autoridades de los gobierno de Uruguay y Brasil se reunieron en Brasilia para firmar una declaración conjunta en la que se acordó que el Ministerio de Puertos y Aeropuertos de Brasil “lanzará, en las próximas semanas, la licitación del proyecto básico y ejecutivo, acompañado de un estudio ambiental, para el dragado de la Hidrovía Uruguay-Brasil, como obra pública, con el objetivo de iniciar los trabajos antes del próximo año, ocasión en que ambos presidentes se reunirán para celebrar su inicio”.
Según pudo saber ComexLatam, se estima que la obra sea adjudicada antes de fin de 2023, por lo que antes de finalizar 2024, estaría concluida.
El dragado corresponde al canal San Gonzalo, que es el que une ambas lagunas, y estará a cargo de Brasil.
Del lado uruguayo, lo único que se precisa dragar son unos tres kilómetros del río Tacuarí, que será una obra menor y de la que se hara cargo el explotador de la terminal uruguaya.