Si bien parecía ser un asunto laudado (y desactivado) debido a las innumerables críticas que recibió desde todas las aristas del sector marítimo-portuario, la idea de la creación de una Unidad Reguladora de Servicios Portuarios (Ursep) volvió a ponerse sobre la mesa.
Se trata de un proyecto que surgió como iniciativa del Partido Colorado y que tuvo la anuencia del Poder Ejecutivo.
Esta vez, quien puso nuevamente el tema en la agenda fue la presidente de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), Andrea Roth, que el día de la exportación, en un evento organizado por el Banco República y la institución, incluyó a la Ursep en su discurso, junto a los reclamos históricos del sector al que representa.
Si bien el principal promotor de la Ursep ha sido, justamente, la UEU, no dejó de ser sorpresa la referencia a la misma, pues parecía que había quedado clara la inconveniencia de este nuevo organismo por distintos motivos.
Si uno se adentra en las opiniones de trabajadores, empresarios, políticos y un amplio abanico de actores del sector del comercio exterior, puede recoger opiniones diversas, pero la inmensa mayoría contrarias a la creación de la Ursep.
Expresiones como “sinsentido” y hasta “mamarracho” han sido utilizadas para definir al eventual organismo.
Asimismo, algunas de las posturas más críticas han esgrimido sus argumentos en la propia comisión de Transporte, Comunicaciones y Obras Públicas de la Cámara de Diputados.
Convocados por la misma, comparecieron ante los legisladores la presidente del Centro de Navegación (Cennave), Mónica Ageitos, y el contador Daniel Ualde, en representación de la empresa Supramar, entre otros.
A estas voces se le sumó la del experto y expresidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Edison González Lapeyre, quien se manifestó muy crítico en distintos ámbitos.
“Libre competencia”
La primera en exponer sus argumentos fue Ageitos, quien afirmó que el proyecto de ley de creación de Ursep “solamente provoca incertidumbre e inseguridad para quienes apuestan a invertir en el país”. Al respecto, agregó que “solapa las potestades de la ANP” y que “provocará la pérdida de inversiones y puestos de trabajo”.
No obstante, la presidente del Cennave apuntó a la exposición de motivos del proyecto de ley y fue contundente. Dijo que el proyecto indica que, “en realidad, es una comisión asesora en materia de servicios portuarios, a los efectos de brindar asesoramiento técnico e imparcial al Poder Ejecutivo y a la ANP”, pero sostuvo que en ninguna parte del proyecto indica “por qué el Ejecutivo y la ANP precisan que se les asesore y en qué”.
Ageitos intuyó algunas razones de ser de la iniciativa y se preguntó si la creación de la Ursep “es porque se entiende que las tarifas son altas”.
Frente a ese supuesto, la titular del Cennave fue precisa: “Los precios o tarifas portuarias ya tienen un regulador, que es la libre competencia, la libre demanda (…) En los artículos 7º, 9º, 12º, 13º, 21º y 23º de la ley de puertos se habla de libre competencia” y “se obliga a los operadores a actuar en libre competencia” y “a asegurar la libre competencia”.
Incluso, agregó que esa ley, “es tan sabia que hasta prevé qué pasa si se ve en peligro la libre competencia”.
Pero su intervención al respecto no terminó allí, pues ahondó diciendo que, “en ese caso, la ANP puede fijar precios máximos, tarifas máximas e, inclusive, puede prestar los servicios directamente”.
Idoneidad
Para Ageitos existe otro punto fundamental para desacreditar a la Ursep y en su comparecencia en el Parlamento fue directo a él: el ámbito de aplicación de la eventual Ursep y la idoneidad que pudiera tener para cubrir todos los asuntos.
“Como nada dice el proyecto, suponemos que (el ámbito de aplicación) son todos los puertos de la República, también todos los operadores portuarios y todas las actividades. Debemos entender que esta comisión de asesores tendrá la idoneidad necesaria para ser voz experta en los distintos negocios como depósitos portuarios y extraportuarios; va a conocer de terminales graneleras, de terminales de celulosa, de operadores portuarios de animales en pie, chips de madera, cruceros, lanchas, prácticos de puerto y río, barcazas, operaciones de trasbordo de contenedores y a granel, inclusive, de canales de navegación. Esa comisión va a estudiar los precios que se cobran en los puertos del interior también. Suponemos que se le informará a los interesados en la terminal pesquera de Puerto Capurro que serán regulados”, dijo en tono crítico la titular del Cennave, quien agregó que la creación de la Ursep lo que haría, además, sería “quitarle potestad a la ANP, que es el órgano que debería garantizar la libre competencia y, en caso de que se dé un monopolio de hecho, es quien debería controlarlos”, sentenció Ageitos.
Dudas razonables
Por su parte, el representante de la empresa Supramar dijo tener “dudas razonables
sobre la real utilidad que pueda llegar a tener un organismo con esas características”. En ese sentido, recordó que “desde la Ley de Puertos, la autoridad portuaria que todos conocemos es la ANP, que ha desarrollado una labor, como todo organismo y persona, con aciertos y errores”, pero que, “en líneas generales, como balance, se puede decir que se ha desarrollado como una verdadera autoridad portuaria, como la que uno conoce en otros países; fija políticas, provoca concesiones y, de alguna forma, ejecuta una directiva que proviene del Poder Ejecutivo”.
Asimismo, se refirió a los años de actividad que ha tenido el puerto y dijo que “no se ha sentido necesidad de que apareciera un nuevo organismo para que colaborara o agregara otro tipo de ingredientes” y que “de hecho, si así fuera, la propia ANP tiene los técnicos para poder manejarlo en ese contexto”.
Una vez expresados sus argumentos, Ualde finalizó diciendo: “En suma; no lo vemos conveniente. Nos parece otra capa estatal más que se superpondría de acuerdo a cómo está establecido y, quizás, en inferioridad de condiciones. La ANP tiene, desde hace muchísimos años, un staff profesional y gerencial que conoce mucho el detalle. Sentimos que, de alguna forma, habrá superposición, nuevos estamentos y personas que van a tratar de ubicar un espacio. Probablemente, se resienta el funcionamiento”.
En otro orden, recordó que en el pasado hubo “momentos en los que la ANP tuvo que coexistir con algunos otros organismos; por ejemplo, la Capitanía de Puertos” y dijo que “de esa mezcla no salieron buenos resultados”.
Experto
Otro detractor del proyecto de creación de la Ursep es González Lapeyre, actor referente del sector, quien ha desplegado sus argumentos en reiteradas oportunidades.
El experto coincidió con la inconveniencia de la creación de este organismo y, en este sentido, aseguró que es “inconstitucional e inconveniente” debido a las formas y el contenido del proyecto.
González Lapeyre argumentó que si se quisiera implementar la Ursep, esta tendría que ser mediante ley de presupuesto, pues el artículo 86 de la Constitución afirma que “la creación y supresión de empleos y servicios públicos, la fijación y modificación de dotaciones así como la autorización para los gastos, se hará mediante leyes de presupuesto”.
En este sentido, el experto dijo que la Ursep supondría un gasto innecesario y recordó que este gobierno llegó con la idea de ser austero.
Otro punto en el que González Lapeyre hizo hincapié fue en lo inconveniente de avanzar sobre las potestades de la ANP, siendo que la Ursep tomaría para sí cuestiones como el asesoramiento al Poder Ejecutivo.
Por su parte, otro actor del comercio exterior uruguayo dijo a ComexLatam que «con tres personas, como plantea el proyecto, no se puede abarcar este universo”, e ironizó comentando que detrás de esas tres personas habrá “una cantidad de asesores, secretarias, porteros y hasta cantina».
Sorpresa
Con todos los argumentos que se volcaron en el Parlamento, en medios de prensa, foros y otros ámbitos, la intención de crear la Ursep parecía un asunto del pasado y tenía al sector en los temas que importan para el desarrollo de la actividad y el crecimiento del país.
Sin embargo, el discurso de Roth volvió a causar sorpresa y hasta hastío en el caso de tener que volver a pelear batallas que solo hacen que la actividad se resienta.