El Informe sobre el Transporte Marítimo 2024 de la ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) alerta que la economía global, la seguridad alimentaria y el suministro de energía están en riesgo por la vulnerabilidad de las rutas marítimas clave. La entidad insta a reforzar infraestructuras, reducir las emisiones de carbono en el transporte marítimo y combatir el aumento de registros fraudulentos de buques.
Según el informe, puntos críticos como el Canal de Panamá, el Canal de Suez, el Mar Rojo y el Mar Negro enfrentan presión debido a conflictos geopolíticos y fenómenos climáticos. Durante 2024, el tráfico en los canales de Suez y Panamá cayó más del 50%, en comparación con máximos previos, afectado por bajos niveles de agua y tensiones en la región.
Las interrupciones En el canal de Suez han provocado desvíos de rutas hacia el Cabo de Buena Esperanza, incrementando costos operativos y emisiones. Se estima que un portacontenedores desviado genera hasta 400.000 dólares adicionales por emisiones bajo el esquema ETS de la UE. Estas rutas más largas también causaron un aumento del 4,2% en las toneladas-milla y mayor congestión en puertos estratégicos como Singapur y los principales puertos mediterráneos.
El informe destaca que las economías más vulnerables, como los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), enfrentan los peores impactos. La falta de conectividad y el aumento en tarifas de transporte podrían elevar los precios al consumidor global un 0,6% para 2025, con mayores efectos en alimentos procesados.
La UNCTAD advierte que los riesgos climáticos y las perturbaciones logísticas exigen medidas urgentes para aumentar la resiliencia del sector. Esto incluye inversiones en infraestructura, capacitación, tecnología y colaboración internacional para minimizar los impactos de las interrupciones.
Además, el informe subraya la necesidad de acelerar la descarbonización del transporte marítimo. Sin embargo, solo el 50% de los nuevos buques encargados en 2024 son aptos para combustibles alternativos, mientras que el desguace de naves obsoletas se ha reducido por la alta demanda.
Otro desafío crítico es el aumento del registro fraudulento de buques y el crecimiento de la «flota oscura», que opera sin cumplir regulaciones internacionales. La UNCTAD insta a los Estados miembros y a la industria a reforzar el control y la cooperación con la Organización Marítima Internacional (OMI) para enfrentar estas prácticas ilícitas.