Uruguay se volvió a oponer al Acuerdo Multilateral de Cargas del Mercosur, sin ceder a la presión, cada vez mayor, de los demás países miembros del bloque (Argentina, Brasil y Paraguay), que desde 2005 intentan cerrar un tratado de reservas de cargas.
En la reunión del Subgrupo de Trabajo número 5 (SGT5) que trata los temas de transporte del bloque, Argentina insistió con el asunto, aunque encuentra que no hay avances al respecto. Por su parte, Brasil anunció que para la próxima reunión presentará un proyecto y Paraguay se alinea a la idea del acuerdo.
Asimismo, los sectores privados de cada país se manifestaron en sintonía con sus representantes oficiales y esgrimieron sus argumentos.
En lo que respecta a las sensaciones que dejó una nueva reunión, las fuentes consultadas por ComexLatam Revista coincidieron en que el clima fue tenso, que hubo algunas discusiones y que el grupo nota que no hay avances debido a la postura firme de Uruguay.
En ese sentido, también se ha visualizado como un problema que Uruguay no tenga un representante permanente, que no siempre envíe al mismo emisario y que no haya un seguimiento del asunto.
En la reunión, que se desarrolló el pasado 12 de junio bajo la presidencia pro témpore de Argentina, el Acuerdo Multilateral de Transporte Marítimo fue el punto principal.
La delegación anfitriona manifestó su intención de avanzar con el acuerdo y enfatizó su compromiso de continuar trabajando en el marco del SGT5, entendiendo que la norma es necesaria para tornar competitiva a las marinas mercantes de los países.
Por su parte, la representación de Brasil fue una de las más activas, apoyando la firma del acuerdo, en línea con Argentina, pero agregando que se mantiene analizando los aportes del sector privado.
Asimismo, argumentó que es importante asegurar las condiciones adecuadas para la integración comercial entre los países del Mercosur.
Según consta en el acta de la reunión (a la que ComexLatam tuvo acceso) Brasil manifestó que “la dinámica de transporte marítimo internacional, demuestra que la volatilidad del mercado de fletes marítimos internacionales impacta fuerte y negativamente a las embarcaciones, principalmente, de los países distantes de las principales rutas comerciales”.
“Siendo así -continúa-, no restan dudas de que la celebración del Acuerdo Multilateral de Transporte Marítimo del Mercosur es condición necesaria para asegurar la promoción de la integración entre los países del bloque, proporcionando las correspondientes ventajas sociales y económicas”.
Pero Brasil no se quedó en simples comentarios, sino que indicó que “trabajará en el diagnóstico de la situación del transporte marítimo en la región y presentará un proyecto de acuerdo para tratarlo en la próxima reunión”, según consta en el acta.
En ese aspecto, Argentina manifestó que brindará su “colaboración” para trabajar en el diagnóstico.
La oposición de Uruguay
En su turno, Uruguay volvió a esgrimir su postura histórica y se opuso al acuerdo explicando que para tomar esa decisión se basa en aspectos de su propia economía, logística y comercio exterior.
Además, el acta indica que la delegación “aclaró que no está de acuerdo con las bases del proyecto de acuerdo propuesto en el año 2005 y que se encuentra alineado en su postura con el sector logístico”.
Justamente, el sector privado uruguayo ve un eventual acuerdo como una amenaza para la actividad portuaria de la región y, en especial, para el desarrollo de Montevideo como puerto hub.
En otro sentido, los actores del comercio exterior uruguayo entienden que una reserva de cargas nada hará por el desarrollo de las marinas mercantes de los distintos países.